El enfrentamiento entre China Suárez, Wanda Nara y Mauro Icardi continúa generando titulares. Recientemente, la panelista Yanina Latorre reveló detalles impactantes sobre un supuesto plan orquestado por la China Suárez para perjudicar a Wanda Nara, utilizando a sus hijas, Francesca e Isabella. Un plan que, según Latorre, quedó frustrado por un giro inesperado en la compleja situación familiar.
Según la información difundida por Latorre, China Suárez, molesta por la decisión judicial que le prohibía el contacto con las menores, habría ideado dos estrategias para generar un escándalo mediático. La primera consistía en una visita a una juguetería en Nordelta. La actriz, presuntamente, habría acordado con una empleada del local para que le tomara fotos “robadas” mientras compraba juguetes para las hijas de Icardi, con la intención de viralizarlas y provocar a Wanda Nara.
El segundo plan, aún más audaz, involucraba un almuerzo en el restaurante Gardiner. Suárez habría planeado una cita con las niñas y previamente habría contactado a un fotógrafo y un periodista para que documentaran el encuentro, generando así una nueva ola de controversia. Latorre recalcó la aparente premeditación de estas acciones, calificándolas como “maldad pura”.
La panelista describe la actitud de China Suárez como una obsesión con Wanda Nara, afirmando que este supuesto plan es una prueba más de dicha obsesión. El conflicto, según Latorre, no es unilateral, ya que Wanda Nara también estaría obsesionada con China Suárez. Este cruce de obsesiones ha intensificado la guerra mediática entre ambas mujeres.
El plan de Suárez habría fracasado debido a las complicaciones en la relación entre Wanda Nara y Mauro Icardi, que llevaron a que el futbolista no pudiera llevar a sus hijas al encuentro planeado. La situación derivó en la necesidad de una terapia familiar para restablecer la relación entre padre e hijas, dejando el presunto plan de la actriz en un intento fallido.
Si bien China Suárez no ha realizado declaraciones públicas al respecto, este nuevo capítulo en la saga añade más leña al fuego de una disputa que parece no tener fin. La intensidad del conflicto y las implicaciones éticas de los supuestos actos de la actriz han generado una gran repercusión en los medios de comunicación y redes sociales.
La información proporcionada por Yanina Latorre, aunque no confirmada por fuentes oficiales, ha generado un debate público sobre los límites de la rivalidad mediática y la protección de los menores en este tipo de conflictos. El tiempo dirá si se presentan pruebas que corroboren estas acusaciones, o si se trata de una nueva etapa en la batalla mediática entre las dos protagonistas.