El pasado 2 de abril de 2025, la revista Diez Minutos sacudió al mundo con la publicación de las primeras fotografías de la Princesa Leonor en bikini. Las imágenes, tomadas el 6 de marzo durante una escala del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano en Montevideo, Uruguay, muestran a la heredera al trono disfrutando de un día de playa con sus compañeros guardiamarinas. La publicación ha generado un intenso debate sobre la privacidad de la Princesa, el rol de los medios de comunicación y la reacción de la Casa Real. Las fotografías, obtenidas por un paparazzo español que habría negociado su venta durante tres semanas, muestran a Leonor en un dos piezas básico y gafas de sol, disfrutando del sol y el mar. Las imágenes, tomadas en un balneario cercano al hotel donde se alojaba el grupo, la muestran en la piscina, entrando al mar y conversando con otros guardiamarinas. El fotógrafo, que había seguido a la Princesa desde su ingreso en la Academia General Militar de Zaragoza, también intentó captarla durante la escala en Salvador de Bahía, sin éxito. El contexto de las imágenes es importante. La visita a Montevideo formaba parte de un itinerario del buque-escuela, que incluyó una visita oficial al centro de la ciudad y una ceremonia en honor a José Gervasio Artigas. Los guardiamarinas tuvieron un permiso para salir del buque, algunos reservando en hoteles cercanos para pasar la noche. La jornada de playa fue parte de este permiso, dentro de un periodo de descanso tras semanas de navegación. La publicación de estas fotos ha generado un intenso debate. Algunos defienden el derecho de la Princesa a la privacidad, criticando la intrusión de la prensa en su vida privada. Otros argumentan que, como figura pública, Leonor debe aceptar cierto grado de escrutinio mediático. La reacción de la Casa Real aún no ha sido oficial, aunque se espera una respuesta ante esta publicación que muchos consideran una violación de la privacidad de una menor de edad. El caso ha puesto en relieve la delgada línea entre la vida pública y privada de los miembros de la realeza, especialmente de los más jóvenes. También ha generado interrogantes sobre la ética del periodismo y la responsabilidad de los medios de comunicación al cubrir la vida de figuras públicas, particularmente cuando se trata de menores de edad. Las repercusiones de esta publicación, y la reacción oficial, serán seguidas de cerca en los próximos días y semanas, marcando un posible precedente en el trato mediático de la Familia Real Española. El análisis de la situación también debería incluir la discusión sobre la legislación vigente en España y Uruguay en cuanto a la protección de la imagen y la privacidad, especialmente en el caso de menores. ¿Fueron respetadas las leyes durante la obtención y publicación de las fotografías? Esta pregunta se convierte en un eje central del debate generado por la polémica.