El Gobierno argentino apunta contra los compradores de dólar futuro tras avances con el FMI

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Tras un acuerdo con el FMI y la promesa de un aumento de reservas, el gobierno argentino critica a quienes apuestan contra el peso argentino a través de la compra de dólares futuros, asegurando que sufrirán pérdidas significativas.

El reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha generado un nuevo capítulo en la tensa situación económica de Argentina. Con el desembolso de USD 8.000 millones prometido y la previsión de una mayor consolidación de reservas, el gobierno, liderado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, ha dirigido sus críticas hacia quienes invierten en dólares futuros, apostando a una devaluación del peso argentino. El anuncio del FMI, que indica una posible aprobación del acuerdo antes de la reunión de Primavera en Washington, ha infundido cierta calma en el mercado. Sin embargo, la incertidumbre persiste en torno a la política cambiaria que se implementará a futuro. Si bien el ministro Caputo ha descartado "cimbronazos" cambiarios, no ha confirmado la continuidad del "crawling peg" con un ajuste mensual del 1% para el dólar oficial. El gobierno argentino sostiene que la estrategia de acumulación de reservas, combinada con una política fiscal superavitaria y de cero emisión monetaria, fortalecerá al peso. Se calcula que el nivel de reservas del Banco Central, con los desembolsos del FMI y la cosecha gruesa, podría superar los USD 40.000 millones. Con esta perspectiva, las autoridades aseguran que el tipo de cambio de "convertibilidad" se ubicaría por debajo de los $900, invalidando las apuestas de quienes anticipan una fuerte devaluación. La postura oficial es contundente: consideran un "grave error" apostar contra el peso a través de contratos de dólar futuro. Los funcionarios desafían a los inversores, afirmando que "van a perder mucha plata" con esta estrategia. De hecho, se observa una leve caída en los contratos de futuros con vencimiento más cercano (abril y mayo), aunque los precios siguen significativamente por encima del ajuste del 1% mensual prometido por el gobierno. Para fin de año, el precio del contrato futuro se ubica en $1.500, muy superior a los $1.270 que implicaría la suba del 1% mensual. La tensión en el mercado cambiario persiste. Los inversores anticipan un posible cambio en el esquema cambiario hacia uno más flexible con menor intervención oficial. Si bien el gobierno confía en evitar sobresaltos, la creciente apuesta a un cambio de rumbo en la política cambiaria antes de lo previsto es una realidad. La reacción del mercado a los anuncios del FMI, particularmente el desembolso inicial, será clave para determinar el futuro del peso argentino. La estrategia del gobierno se basa en la convicción de que la acumulación de reservas y las medidas fiscales y monetarias implementadas contrarrestarán las presiones devaluatorias y demostrarán que apostar contra el peso es una estrategia arriesgada y poco rentable. El tiempo dirá si esta apuesta resulta exitosa.
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