El tenso cruce entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri sacude la política argentina. Analizamos las acusaciones, las réplicas y el impacto de esta disputa en las elecciones porteñas de 2025.
La interna en Juntos por el Cambio ha llegado a un punto crítico con el explosivo intercambio entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri. Lo que comenzó como una discrepancia política se ha transformado en una batalla abierta con acusaciones mutuas que prometen reconfigurar el mapa político de la Ciudad de Buenos Aires de cara a las elecciones de 2025.
El detonante fue la decisión de Larreta de competir como candidato a legislador porteño fuera del PRO, un movimiento interpretado por Macri como una acción funcional al kirchnerismo. Macri acusó a Larreta de no superar su derrota en la interna presidencial de 2023 contra Patricia Bullrich, calificando la decisión como "equivocada" y motivada por rencores personales. La respuesta de Larreta fue contundente: "Él perdió con Alberto Fernández, el peor presidente de la historia argentina", una frase cargada de ironía y una clara señal de la profunda grieta entre ambos líderes.
Las críticas de Macri no se limitaron a Larreta. También apuntó contra la gestión de Jorge Macri, actual jefe de Gobierno porteño, señalando un deterioro en la seguridad y la higiene de la ciudad. Larreta, por su parte, reforzó estas acusaciones, describiendo una ciudad "sucia e insegura", en contraste con los 16 años de gobierno de la alianza Cambiemos.
A este escenario de tensiones se suma la incertidumbre sobre el futuro del PRO en la Ciudad. La candidatura de Larreta, lejos de ser un tema menor, divide al electorado y genera una profunda preocupación entre los referentes del espacio. Varios amigos en común, según Larreta, le han pedido que desista de su candidatura. El ex jefe de Gobierno, sin embargo, se mantiene firme en su decisión, argumentando su compromiso con los porteños y su rechazo a la actual gestión de Jorge Macri.
La disputa trasciende la mera competencia electoral. Representa una lucha por la hegemonía dentro de Juntos por el Cambio y un reflejo de las divisiones internas que aquejan a la oposición. Las consecuencias de este enfrentamiento aún son inciertas, pero es innegable su impacto en la campaña electoral porteña. El escenario se presenta complejo y abierto, con la posibilidad de una fragmentación del voto opositor que podría beneficiar a otros espacios políticos, como La Libertad Avanza. La contienda, por lo tanto, no solo se centra en quién gobernará la Ciudad, sino también en quién definirá el futuro de Juntos por el Cambio en Buenos Aires.