José Alperovich, exgobernador de Tucumán condenado a 16 años de prisión por abuso sexual, se encuentra en el centro de una nueva polémica. Información aportada por el programa "Argenzuela" (C5N) revela detalles sobre su vida en prisión, incluyendo lujos poco comunes y visitas inesperadas. Según Mauro Federico y Jorge Rial, la exparticipante de Gran Hermano, Marianela Mirra, visita con frecuencia a Alperovich en el penal de Ezeiza. Mirra, quien mantuvo una estrecha relación con el exgobernador desde al menos 2009, ingresa a la prisión como familiar autorizado, a pesar de no tener un parentesco directo ni representación legal. Federico sugiere que utiliza su título de abogada para justificar sus visitas, que se producen al menos dos veces al mes. Rial profundiza en la relación entre Mirra y Alperovich, destacando su vida discreta tras su triunfo en Gran Hermano, hasta su vinculación con el exgobernador. Su vida aparentemente gratificante en Tucumán, con un cargo en el ente de turismo, sugiere una relación de dependencia y beneficio mutuo. Otro aspecto sorprendente es la presunta complicidad entre Alperovich y el médico Aníbal Lotocki, ambos detenidos en Ezeiza. Rial afirma que Lotocki habría aconsejado a Alperovich sobre cómo simular un deterioro de salud para obtener la prisión domiciliaria. Esto implica que Alperovich, a pesar de tener acceso a atención médica y recursos económicos en la prisión, estaría exagerando su estado para conseguir un traslado a su departamento en Puerto Madero, el mismo lugar donde abusó de su sobrina. Esta situación plantea interrogantes sobre la justicia y el acceso desigual a los privilegios en el sistema penitenciario. Mientras Alperovich supuestamente goza de lujos y comodidades inusuales, la posibilidad de su traslado a Puerto Madero genera una indignación generalizada. La ironía de volver al lugar del crimen se suma a las sospechas sobre una posible manipulación de su estado de salud para evadir la justicia. La figura de Marianela Mirra, en medio de este escándalo, añade un nuevo nivel de controversia. Su vinculación con Alperovich, su discreta vida pública y sus frecuentes visitas a la cárcel alimentan las especulaciones sobre su papel en esta compleja situación. La información presentada plantea serias dudas sobre el sistema penitenciario y la posibilidad de obtener privilegios en función de conexiones políticas y recursos económicos. El caso Alperovich continúa siendo un tema de debate en Argentina, generando indignación y cuestionamientos sobre la justicia y la impunidad.