La muerte de Lucila Nahir Nieva, una joven tucumana de 20 años, encontrada sin vida en Texas, Estados Unidos, ha generado conmoción y ha puesto en el centro de la escena la compleja dinámica de su relación con su esposo, Preston Sullivan, principal sospechoso del hecho aunque aún en libertad. Si bien las redes sociales mostraban una imagen idílica de la pareja, amigas de Lucila han revelado detalles que pintan un cuadro mucho más inquietante. Según Larissa Denman y Mariela, amigas de Lucila en Estados Unidos, la joven se sentía sometida a un control excesivo por parte de Sullivan. Testimonios coinciden en señalar que Sullivan mostraba una profunda desconfianza hacia Lucila, llegando a llamarla insistentemente por teléfono y solicitar videollamadas cada pocos minutos cuando ella se reunía con sus amigas sin él. Esta falta de confianza se presentaba como una constante en su relación, generando una situación de tensión y control que se percibía como "tóxica" por parte de su círculo íntimo. La hipótesis de suicidio, inicialmente planteada por algunos medios estadounidenses, ha sido fuertemente cuestionada por las amigas de Lucila. Ellas resaltan la ausencia de señales previas de depresión o intenciones suicidas por parte de la joven, quien en sus publicaciones de Instagram mostraba una actitud positiva y decidida en su nueva vida en Estados Unidos. Sus publicaciones reflejan la ilusión de comenzar una nueva etapa, lejos de su país, pero con la firme determinación de crecer y dejar su huella. La falta de comunicación con su familia antes de su muerte también genera sospechas. La investigación, a cargo de las autoridades estadounidenses, continúa su curso. Aunque Sullivan es el principal sospechoso, aún no ha sido detenido. El gobierno provincial de Tucumán se ha puesto a disposición de la familia de Lucila para agilizar los trámites de repatriación de sus restos. El consulado argentino en Houston también está brindando la asistencia consular necesaria en este difícil momento. El caso de Lucila Nieva resalta la importancia de prestar atención a las señales de violencia de género, incluso en situaciones donde la imagen pública de la pareja pueda parecer perfecta. La desconfianza excesiva, el control constante y la falta de espacio personal pueden ser indicadores de una relación tóxica con consecuencias devastadoras. La investigación deberá esclarecer los hechos y determinar las causas de la muerte de la joven, pero los testimonios de sus amigas ya han dado a conocer una parte crucial de la historia: una relación empañada por la desconfianza y la falta de libertad.