Más de 40 mil personas ya están siendo capacitadas para saber cómo usar estas tarjetas a fin de evitar largas colas o dirigirse hasta las agencias bancarias. Una iniciativa que busca mejorar la inclusión y autonomía financiera de los adultos mayores.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde las transacciones y pagos se realizan de manera electrónica, es importante que todas las personas, incluidos los adultos mayores, estén capacitados para utilizar las herramientas financieras que ofrece la tecnología. Es por eso que se ha lanzado una nueva iniciativa en la que más de 40 mil personas de la tercera edad están siendo capacitadas en el uso de tarjetas bancarias.
Esta iniciativa tiene como objetivo principal evitar que los adultos mayores tengan que hacer largas colas o dirigirse hasta las agencias bancarias para realizar sus transacciones financieras. Al aprender a utilizar las tarjetas bancarias, podrán realizar compras, pagos y consultas de manera más rápida y sencilla, sin depender de la atención presencial en las sucursales.
Para llevar a cabo esta capacitación, se están dictando talleres y cursos en diferentes centros comunitarios y espacios públicos. Los adultos mayores reciben información sobre cómo solicitar una tarjeta bancaria, cómo activarla, cómo realizar pagos en comercios y cómo utilizar los cajeros automáticos. Además, se les enseña sobre medidas de seguridad para proteger sus datos personales y evitar estafas o fraudes.
Esta iniciativa ha sido muy bien recibida por los adultos mayores, quienes valoran la oportunidad de contar con herramientas que les permitan ser más independientes en su vida financiera. Además, les brinda la posibilidad de utilizar la tecnología de forma segura y confiable, sin sentirse excluidos o incapaces.
Sin embargo, es importante destacar que esta capacitación también debe ir acompañada de otras medidas que promuevan la inclusión digital de los adultos mayores. Es necesario que se mejore la accesibilidad de los sitios web y aplicaciones bancarias, para que puedan ser utilizados por personas con dificultades visuales o motoras. Asimismo, se deben brindar canales de atención telefónica o presencial para aquellos adultos mayores que no se sientan cómodos o seguros utilizando la tecnología.
En conclusión, la capacitación en el uso de tarjetas bancarias es una excelente iniciativa para modernizar a los adultos mayores y promover su inclusión en la era digital. Sin embargo, es fundamental que se realicen acciones complementarias que garanticen la accesibilidad y la atención de todas las necesidades de este sector de la población. Solo así podremos asegurar una verdadera inclusión financiera y tecnológica para todos.