Mauricio Macri volvió a cuestionar la gestión de Javier Milei, expresando preocupación por la falta de institucionalidad y descartando una candidatura propia. Analizamos el distanciamiento entre ambos líderes y las implicaciones para las próximas elecciones.
El expresidente Mauricio Macri ha generado un nuevo revuelo en la escena política argentina al criticar duramente la gestión de Javier Milei y descartar cualquier posibilidad de postularse como candidato en las próximas elecciones. En una charla en la Bolsa de Comercio de Córdoba, Macri no escatimó en sus críticas al actual presidente, señalando una preocupante falta de apego a la institucionalidad que, según él, está afectando el plan económico.
Macri apuntó directamente contra el entorno de Milei, al que calificó como un "triángulo de hierro" compuesto por el presidente, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo. Señaló que la falta de acuerdo con este círculo íntimo ha impedido la implementación de medidas acordadas previamente entre él y Milei, generando un distanciamiento considerable. "Pasamos de un proyecto de país a un proyecto de poder", afirmó Macri, describiendo la evolución de la relación entre ambos. Las "milanesas", comidas compartidas en los inicios de la gestión Milei, se han convertido en una metáfora del diálogo interrumpido.
Las diferencias no sólo se refieren a la falta de institucionalidad y la gestión económica. Macri también criticó la gestión de la licitación de la Hidrovía, el nombramiento de jueces por decreto, y la falta de respuesta del gobierno frente a cuestionamientos internacionales.
La posibilidad de una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza parece desvanecerse con las declaraciones de Macri. El expresidente recordó las siete provincias donde La Libertad Avanza se negó a compartir boleta con el PRO, dejando en evidencia la imposibilidad de un acuerdo electoral a gran escala. A pesar de admitir una buena relación personal con Milei, Macri dejó en claro que no ve factible un frente común en este momento. En este sentido, la frase de Macri: "La mejor manera de apoyar a Javier Milei es votando al PRO", se presenta como una declaración de intenciones que deja entrever la imposibilidad de una alianza y la lucha por el voto del electorado libertario.
La decisión de Macri de no ser candidato sorprendió a muchos, pero lo que no sorprende es la profundidad de las diferencias con Milei. Las críticas del expresidente no son sólo un posicionamiento político estratégico para las próximas elecciones, sino una clara muestra de su preocupación por el rumbo que está tomando el país bajo el liderazgo de Milei. Este quiebre en la relación entre dos figuras clave del espacio liberal argentino abre un interrogante sobre el futuro de la política argentina y la viabilidad de un proyecto liberal unificado.