El alivio por las recientes victorias ante equipos de menor calibre se desvaneció rápidamente para los Knicks. Tras vencer a los Wizards y a unos Mavericks mermados, el equipo neoyorquino se enfrentó a una prueba de fuego contra los Clippers, un equipo en plena lucha por los playoffs. El resultado: una derrota contundente por 126-113 en el Madison Square Garden, dejando al descubierto las debilidades de los Knicks en ausencia de Jalen Brunson. Con un registro de 5-5 sin Brunson, las cinco victorias se han logrado contra equipos fuera de la contienda por los playoffs. Esta tendencia preocupante, de incapacidad para superar a rivales de calidad, se ha visto acentuada por la ausencia de su base estrella. James Harden, en una noche magistral, anotó 29 puntos y repartió 10 asistencias, incluyendo 11 puntos consecutivos que decantaron la balanza a favor de los Clippers a finales del tercer cuarto. Kawhi Leonard, por su parte, se encargó de sellar la victoria en el último cuarto, con 10 puntos iniciales que ampliaron la ventaja hasta los 18 puntos. Terminó con 27 puntos, 7 asistencias y 10 rebotes. La defensa de los Knicks colapsó en la segunda mitad, permitiendo 40 puntos en el tercer cuarto y 32 en el cuarto final. Ni Harden ni Leonard encontraron resistencia, y Norman Powell contribuyó con 19 puntos más para los Clippers. Karl-Anthony Towns, la única luz en la oscuridad, hizo todo lo posible, con 34 puntos y 13 rebotes, pero fue insuficiente. Josh Hart, por el contrario, tuvo una actuación discreta, con solo 7 puntos, 6 asistencias y 6 rebotes. La salida por lesión de Cam Payne, con un esguince de tobillo, agravó la situación, dejando a Tyler Kolek como el único base disponible. La entrada de Delon Wright no ofreció solución alguna. La falta de profundidad en la plantilla, un problema recurrente durante toda la temporada, quedó completamente al descubierto. Los Clippers superaron a los Knicks por 24-12 en puntos anotados por los jugadores de banquillo. La próxima oportunidad para los Knicks de demostrar su capacidad llega el viernes, contra unos Bucks también en busca de los playoffs. La pregunta que queda en el aire es: ¿pueden los Knicks superar sus limitaciones sin Brunson y encontrar la consistencia necesaria para competir en la dura Conferencia Este? La respuesta podría definir el futuro de su temporada.