Julio Simón, conocido como "El Turco Julián", uno de los policías que perpetraron torturas durante la última dictadura argentina, falleció a los 84 años. Condenado en tres ocasiones por crímenes de lesa humanidad, su muerte reabre el debate sobre la justicia y la memoria.
Julio Simón, más conocido como "El Turco Julián", uno de los responsables de las atrocidades cometidas durante la última dictadura cívico-militar en Argentina (1976-1983), falleció a los 84 años. Simón, quien cumplía condena en la Unidad N°34 del Servicio Penitenciario Federal en Campo de Mayo, fue un efectivo de la Policía Federal reconocido por su participación en las torturas en el centro clandestino de detención El Olimpo. Además, comandó grupos de tareas responsables del secuestro y desaparición forzada de personas.
Su muerte genera una mezcla de sentimientos en la sociedad argentina. Si bien representa el fin de su ciclo de impunidad en el plano terrenal, también despierta la frustración de quienes buscaban justicia plena y reparación por las atrocidades cometidas durante el régimen dictatorial. Su legado de terror, sin embargo, seguirá siendo analizado e investigado para comprender la complejidad del terrorismo de Estado en Argentina.
**Un historial de crímenes y condenas:**
El Turco Julián fue condenado en tres ocasiones por delitos de lesa humanidad. Su primera condena se produjo en 2003, tras la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que habían impedido el enjuiciamiento de los responsables de crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura. Tres años más tarde, recibió una condena a 25 años de prisión por la detención ilegal, las torturas y la ocultación de la hija de José Poblete y Gertrudis Hlaczik, una beba de ocho meses en el momento de los hechos. Finalmente, en la causa 'Batallón 601', fue sentenciado a 23 años de prisión por secuestros, torturas y desaparición forzada de personas entre 1979 y 1980.
**El símbolo del odio:**
Más allá de sus condenas, Simón fue conocido por su odio manifiesto y su simbolismo nazi. Se le atribuye el uso de esvásticas y un brazalete nazi durante sus actos de tortura. Testimonios de sobrevivientes, como el del director de cine Jorge Taglioni, quien fue secuestrado junto a su esposa embarazada en 1978, describen el mayor ensañamiento de Simón contra los detenidos judíos en El Olimpo. Estos actos de barbarie, impulsados por un antisemitismo explícito, marcaron aún más la crueldad y la perversidad de sus crímenes.
**La lucha por la justicia continúa:**
La muerte de "El Turco Julián" no cierra el capítulo de la lucha por la justicia y la memoria en Argentina. La sociedad debe seguir trabajando para asegurar que los crímenes de la dictadura nunca sean olvidados y que las víctimas reciban la debida reparación. Este evento sirve como un llamado a mantener viva la llama de la justicia y a fortalecer los mecanismos de verdad y memoria que buscan impedir que tales atrocidades se repitan en el futuro. La investigación de estos crímenes continúa, al igual que la necesidad de reparar el daño causado a las víctimas y sus familias. Se busca el cumplimiento de las sentencias y la continuación de los procesos judiciales aún en curso.