Análisis del impacto de las políticas económicas de Javier Milei en la industria argentina, a través del caso de las suspensiones en Ternium, perteneciente al grupo Techint, y la contradictoria posición de sus directivos.
El anuncio de suspensiones masivas en la planta de Ternium en Villa General Savio, Ramallo, a pocos días del discurso de Javier Milei en Expoagro donde presumía una "recuperación en V" de la economía, expone la cruda realidad de la industria argentina bajo el gobierno libertario. Mientras Milei proclamaba la inexistencia de destrucción de la actividad económica, la empresa del grupo Techint, con fuertes lazos con el gobierno, se ve obligada a suspender a sus trabajadores debido a la caída de los pronósticos de ventas.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional San Nicolás-Ramallo, ha confirmado un esquema de suspensiones rotativas que afectará a 50 trabajadores en marzo, 80 en abril y más de 100 en mayo. Si bien se les abonará el 75% del sueldo, la situación refleja la contradicción entre el discurso oficial y la realidad del sector industrial. La UOM destaca que la caída en la producción se debe a la finalización del período de vacaciones y la disminución de los pronósticos de ventas, una situación que ya habían anticipado y tratado de mitigar durante las vacaciones de verano.
La estrecha relación entre el grupo Techint y el gobierno de Milei agrega otra capa de complejidad al problema. Paolo Rocca, dueño del grupo, apoyó económicamente la campaña de Milei, y varios ejecutivos de Techint ocupan puestos clave en el gobierno actual, incluyendo YPF y la Secretaría de Trabajo. Esta situación genera un desconcierto en el sindicato, que se pregunta sobre la consistencia de las políticas implementadas y su impacto en la industria nacional. A esto se suma la preocupación por la entrada de chapa de países como China y Brasil, que perjudica a las empresas locales.
Mientras tanto, Martín Berardi, presidente de Ternium Argentina, opta por un discurso que se enfoca en la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene (TISH), presentándola como un impuesto excesivo que afecta a la empresa. En entrevistas radiales y notas periodísticas, minimiza el impacto de las políticas económicas del gobierno en la situación de la empresa, mientras que el intendente Mauro Poletti, responde a estas declaraciones, desmintiendo las afirmaciones de Berardi sobre la TISH y destacando la política tributaria regresiva de gestiones anteriores, que favorecía a las grandes empresas en detrimento de los vecinos y trabajadores municipales. Poletti pone en evidencia la inversión en infraestructura pública, como la nueva escuela técnica en Pérez Millán, financiada con recursos obtenidos gracias a una política tributaria progresiva.
El contraste entre la visión de Berardi, centrada en detalles menores, y la perspectiva de la UOM y el intendente Poletti, que señalan el impacto devastador de las políticas económicas de Milei en la industria, refleja una situación compleja donde las suspensiones en Ternium son solo la punta del iceberg de una crisis más amplia. El futuro de la industria argentina dependerá en gran medida de una reactivación de sectores como la construcción, y la contención de la importación de materiales a bajo costo desde otros países. La situación expone la paradoja de una empresa con lazos estrechos con el gobierno, que sufre las consecuencias de las mismas políticas que apoya.