El lanzamiento del remake de acción real de Disney, Blancanieves, ha sido todo menos un cuento de hadas. La película, protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot, ha generado una considerable controversia antes incluso de su estreno, y esta controversia parece haber influido directamente en su decepcionante rendimiento en taquilla. Un presupuesto de producción de 250 millones de dólares no se vio reflejado en la recaudación, que se quedó muy por debajo de las expectativas. Mientras otros remakes de Disney de princesas habían disfrutado de exitosos debuts, Blancanieves se ha quedado rezagada. Su recaudación de 43 millones de dólares en Estados Unidos y 44.3 millones a nivel internacional en el fin de semana de estreno palidece en comparación con el éxito de películas como La Bella y la Bestia o Cenicienta. Una de las principales fuentes de la controversia radica en la representación de los siete enanitos. Críticas sobre la falta de sensibilidad en el abordaje de esta parte de la historia han resonado con fuerza en las redes sociales y en la crítica especializada. El debate se centra en la perpetuación de estereotipos y la falta de una actualización coherente con los tiempos actuales. Otro foco de atención, y quizás uno de los más controvertidos, son las posturas políticas de las actrices principales. Rachel Zegler, quien interpreta a Blancanieves, ha sido abierta en su apoyo al pueblo palestino, mientras que Gal Gadot, la Reina Malvada, es una actriz israelí que ha expresado sus opiniones sobre el conflicto en Gaza. Estas declaraciones contrapuestas han polarizado a la audiencia, dividiendo opiniones y generando un debate que ha trascendido la simple discusión sobre una película. El fracaso en taquilla de Blancanieves no se puede atribuir a una sola causa. La combinación de las controversias previas al estreno, las reseñas mixtas de la crítica y una posible fatiga de la audiencia con respecto a los remakes live-action de Disney, han contribuido a un resultado que ha sorprendido a muchos. La película, dirigida por Marc Webb, cuenta con canciones de Benj Pasek y Justin Paul, un equipo de gran reputación, pero aún así no ha podido conjurar la magia esperada en taquilla. El análisis del caso de Blancanieves nos invita a reflexionar sobre la complejidad de producir películas en un entorno social y político cada vez más polarizado. Las decisiones creativas, la selección del elenco, y hasta las opiniones públicas de los actores pueden tener un impacto significativo en el éxito comercial de una película. El cuento de hadas de Blancanieves, en su versión de acción real, se ha convertido en un estudio de caso fascinante sobre las presiones y los riesgos de la producción cinematográfica moderna.