El juicio del veterano actor francés Gérard Depardieu, acusado de agresión sexual, se ha convertido en un evento mediático de gran envergadura. Inicialmente programado para octubre de 2024, el proceso se aplazó debido a problemas de salud del actor de 76 años. Tras una evaluación médica, Depardieu ha sido declarado apto para comparecer, aunque con ciertas restricciones. **Las acusaciones:** Depardieu enfrenta dos acusaciones de agresión sexual presentadas por dos mujeres que trabajaron en el rodaje de la película "Les Volets Verts" en 2021. Una de las denunciantes, una decoradora de cine, describe tocamientos forzosos y comentarios obscenos. La otra, una asistente de dirección, relata varios episodios de tocamientos inapropiados. El actor niega vehementemente las acusaciones. Además de estas acusaciones específicas, Depardieu ha sido objeto de otras denuncias por violencia sexual en el pasado, aunque estas no forman parte del juicio actual. El caso ha generado un amplio debate sobre el consentimiento, el poder en la industria del cine y la prescripción de los delitos. **El estado de salud del actor:** La salud de Depardieu ha sido un factor crucial en la planificación del juicio. El actor ha experimentado problemas cardíacos y padece diabetes. La experticia médica que determinó su aptitud para el juicio establece condiciones específicas para garantizar su bienestar durante las sesiones, limitando la duración de la audiencia a seis horas, con pausas regulares y la posibilidad de levantarse. Esto resalta la complejidad de equilibrar las necesidades del proceso judicial con las condiciones médicas del acusado. **La pena que enfrenta:** Depardieu podría enfrentarse a una condena de hasta cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros si se le declara culpable de las acusaciones de agresión sexual. **Implicaciones legales y mediáticas:** El juicio se espera con gran expectación, no solo por la figura pública del acusado, sino también por el contexto social en el que se enmarca. El caso ha reavivado el debate sobre las denuncias de agresión sexual en la industria cinematográfica y la importancia de un proceso justo y equitativo para las víctimas. La defensa del actor se basa en la negación de las acusaciones y ha recurrido a tácticas para retrasar el juicio. Las expectativas son altas por parte de las víctimas y del público en general que esperan que se esclarezcan los hechos y se haga justicia. Este juicio es un punto clave en la evolución del debate sobre el acoso y la agresión sexual, tanto en Francia como a nivel internacional. La atención mediática que ha generado el caso podría tener un impacto significativo en la sensibilización de la población y en el proceso de justicia.