A dos semanas del trágico temporal que azotó Bahía Blanca, dejando un saldo de 16 fallecidos y miles de damnificados, la ciudad volvió a sufrir fuertes lluvias. En la noche del viernes 21 de marzo y madrugada del sábado 22, se registraron 50 milímetros de lluvia en tan solo 5 horas. Si bien el municipio reportó a la medianoche que no había evacuados ni contingencias significativas, el agua anegó varias calles, complicando la transitabilidad en sectores como Paraná al 500, Zapiola al 400, Roca al 300 y Zelarrayán al 700, entre otras zonas afectadas. Los vecinos reportaron anegamientos y dificultades para movilizarse por la gran cantidad de agua acumulada en las calles. El sistema de desagües, aunque funcionando, presentó lentitud en algunas áreas. El Municipio informó que el intendente Federico Susbielles y su equipo monitorearon la situación desde el Centro de Monitoreo, tal como lo hicieron durante la emergencia del 7 de marzo, cuando las precipitaciones alcanzaron los 290 mm en pocas horas. La alerta meteorológica, inicialmente emitida a las 18 hs, se extendió hasta la madrugada. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) continúa con alerta amarilla por tormentas para la zona, previniendo lluvias y vientos fuertes durante el fin de semana. Las autoridades locales solicitaron a la población mantener la calma y reportar cualquier situación de emergencia al 109 o 911. Este nuevo evento climático vuelve a poner a prueba la resiliencia de Bahía Blanca y genera preocupación en la comunidad por la velocidad con la que se ha producido esta nueva acumulación de agua, en especial considerando el reciente desastre y las todavía visibles secuelas del mismo.