Ariel Rodríguez Palacios, el querido chef argentino, no solo brilla en la cocina, sino que también deleita con el exquisito gusto que refleja en su hogar. Su casa, ubicada en un exclusivo barrio privado del norte de Buenos Aires, es un verdadero oasis de confort y lujo, donde se fusionan a la perfección el buen gusto y la funcionalidad.
El centro de atención, sin duda alguna, es su majestuosa piscina cubierta. No se trata solo de un espacio para refrescarse, sino de un ambiente cuidadosamente diseñado que invita a la relajación y al disfrute. Rodeada de un impecable jardín interno, la pileta ofrece una vista privilegiada a la parrilla, un espacio esencial para Rodríguez Palacios, donde siempre se le puede ver acompañado de su fiel perro.
Junto a la piscina se encuentra el quincho, un espacio amplio y sofisticado equipado con un asador de última generación. Como era de esperarse del reconocido maestro parrillero, este lugar está pensado para recibir invitados y deleitarlos con exquisitos asados y platos gourmet, convirtiéndose en un espacio clave para las reuniones familiares.
La decoración del quincho es impecable, combinando detalles en madera y acero inoxidable que se complementan para crear una atmósfera cálida y acogedora. La funcionalidad y la estética se unen para ofrecer un ambiente perfecto para compartir momentos inolvidables.
Pero el lujo no termina en el quincho y la pileta. La casa de Rodríguez Palacios se destaca por sus amplios ventanales que inundan los espacios interiores con luz natural, creando un ambiente luminoso y sereno. La decoración, una mezcla de elegancia y modernidad, se caracteriza por muebles de líneas sencillas y colores neutros que aportan una sensación de calma y tranquilidad. Cada rincón, desde la sala de estar hasta las áreas al aire libre, está cuidadosamente pensado para el disfrute.
Incluso, se menciona la existencia de un fogón con vista al lago de Tigre, agregando un toque mágico a este espacio de ensueño. Pero, sin lugar a dudas, la cocina es el espacio más destacado. Equipada con electrodomésticos de última generación y una isla central, es el corazón de la casa, el lugar donde Rodríguez Palacios experimenta y crea sus famosas recetas. Todo en este espacio se respira armonía, reflejando su amor por la gastronomía y su dedicación al arte culinario.
La casa de Ariel Rodríguez Palacios es más que una residencia; es un testimonio del buen gusto, la funcionalidad y el amor por la familia y la buena comida. Es un espacio que invita a la relajación, al disfrute y a la creación de recuerdos inolvidables.