El Centenario vibró con un golazo de ensueño. A pesar de las ausencias estelares como la de Lionel Messi, la Selección Argentina demostró su garra y talento en un partido crucial ante Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. El encuentro, inicialmente un duelo estratégico y de baja intensidad, explotó en el segundo tiempo gracias a la magia de Thiago Almada. El ex jugador de Vélez Sarsfield, actualmente en el Olympique de Lyon, tomó el balón en las afueras del área y con una sublime definición, colocó la pelota en el ángulo superior derecho, dejando sin reacción al arquero Sergio Rochet. El gol, anotado a los 68 minutos, desató la euforia en el estadio y en toda Argentina. El festejo de Almada, cruzando toda la cancha para abrazar a Santi Castro (quien le había predicho el gol), fue otro momento épico. La victoria 1-0 no sólo significó tres puntos cruciales en la clasificación, sino que también confirmó la solidez y la capacidad de adaptación de la selección argentina, dirigida por Lionel Scaloni. A pesar del planteo defensivo de Uruguay y la ausencia de figuras clave, la Albiceleste supo encontrar los espacios y generar peligro en momentos claves del partido. Las redes sociales estallaron con la repercusión del partido. Memes sobre la supuesta “aburrida” primera mitad, comparaciones con el estilo de juego de Marcelo Bielsa (DT de Uruguay), y sobre las celebraciones (como el festejo particular de Emiliano “Dibu” Martínez) inundaron las plataformas. La “educación” del Cuti Romero, protagonista de algunas disputas en el campo de juego, también se convirtió en un tema viral. Con este triunfo, Argentina dio un paso gigantesco hacia la clasificación directa al Mundial 2026. Si bien ya aseguró al menos jugar el Repechaje, el equipo se encuentra en una excelente posición para obtener uno de los seis cupos directos que otorga la Conmebol. El próximo martes, en el Monumental, se enfrentará a Brasil en un partido que puede definir la clasificación definitiva. El golazo de Almada quedará grabado en la memoria de los aficionados argentinos, como un momento destacado en el camino hacia la defensa del título mundial. Un golazo que no solo decidió el partido, sino que también reflejó la clase y el talento de una nueva generación de jugadores argentinos que se preparan para brillar en la escena internacional.