El fin de la moratoria previsional en Argentina deja a miles de mujeres sin posibilidad de jubilarse, profundizando la brecha de género en el acceso a la seguridad social. Analizamos las causas y consecuencias de esta medida.
La eliminación de la moratoria previsional en Argentina ha generado una profunda crisis jubilatoria, afectando de manera desproporcionada a las mujeres. Con el fin de este programa, que permitía acceder a la jubilación a millones de personas con aportes incompletos, se estima que solo una de cada diez mujeres podrá jubilarse, dejando a cientos de miles sin la posibilidad de acceder a un derecho fundamental. Esta situación revela una preocupante realidad sobre la desigualdad de género en el sistema previsional argentino.
**¿Por qué afecta más a las mujeres?**
La brecha de género en el acceso a la jubilación se debe a una compleja combinación de factores. Históricamente, las mujeres han tenido una participación menor en el mercado formal de trabajo, dedicando gran parte de sus vidas a las tareas de cuidado no remuneradas, como la crianza de hijos y el cuidado de adultos mayores. Esto resulta en una menor cantidad de años de aportes, dificultando el cumplimiento de los requisitos para acceder a una jubilación. Además, las mujeres suelen ocupar puestos de trabajo precarios e informales, con salarios menores y sin acceso a la seguridad social.
La moratoria previsional representaba una herramienta fundamental para paliar esta desigualdad, permitiendo que millones de mujeres, principalmente amas de casa, pudieran acceder a una jubilación. Su eliminación significa un retroceso significativo en los avances logrados en materia de equidad de género.
**Consecuencias del fin de la moratoria:**
La principal consecuencia es la imposibilidad de jubilarse para la gran mayoría de las mujeres que no cumplen con los 30 años de aportes requeridos. Muchas se verán obligadas a recurrir a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), un beneficio que representa solo el 80% de la jubilación mínima y que, además, implica una reducción de derechos. La PUAM no otorga las mismas coberturas que una jubilación, como la pensión por fallecimiento para cónyuges o hijos.
Esta situación empeora aún más la precaria situación económica de las mujeres mayores en Argentina, donde una gran parte de las jubiladas ya viven en situación de pobreza. El fin de la moratoria profundiza la vulnerabilidad económica de este sector de la población.
**¿Qué alternativas existen?**
Si bien la situación es crítica, existen algunas alternativas que se pueden explorar para intentar mitigar el impacto del fin de la moratoria. Algunas organizaciones y activistas están trabajando en la búsqueda de soluciones legislativas que permitan extender la moratoria o implementar medidas que faciliten el acceso a la jubilación para las mujeres. Es fundamental la presión social y política para que se tomen medidas concretas para abordar esta problemática.
**Conclusión:**
El fin de la moratoria previsional representa un duro golpe para las mujeres argentinas, profundizando la desigualdad en el acceso a la seguridad social. Se necesitan políticas públicas que reconozcan la realidad de las mujeres en el mercado laboral y que garanticen su derecho a una jubilación digna. La lucha por la equidad de género debe incluir la garantía de un sistema previsional justo e inclusivo que no deje atrás a las mujeres que han dedicado sus vidas a construir el tejido social del país.