Netflix presenta 'Día Cero', una miniserie con un elenco estelar liderado por Robert De Niro. A pesar de su premisa atractiva, la serie lucha por encontrar su rumbo narrativo, dejando un sabor agridulce. Descubre si el talento de De Niro es suficiente para salvar la producción.
Ben Affleck alguna vez dijo que su película 'Argo' hoy sería una serie. 'Día Cero', la nueva apuesta de Netflix protagonizada por Robert De Niro, parece confirmar esta idea. Con una premisa prometedora – un ciberataque masivo que paraliza Estados Unidos – la serie se adentra en un thriller político y drama humano que, sin embargo, no logra despegar completamente. El punto de partida es impactante: un ataque que deja un saldo catastrófico de víctimas y pone en alerta máxima al gobierno estadounidense.
El expresidente George Mullen (un magnífico Robert De Niro), un político retirado con gran popularidad, es llamado por la presidenta Evelyn Mitchell (Angela Bassett) para liderar una investigación con poderes especiales. A medida que Mullen desentraña la conspiración, se enfrenta a dilemas éticos y a una posible enfermedad neurodegenerativa que pone en duda su propia percepción de la realidad.
'Día Cero' utiliza los recursos típicos de las series de Netflix: un inicio cautivador, un elenco carismático, y una estructura de cliffhangers al final de cada episodio diseñados para enganchar al espectador. Si bien esto funciona en parte, la serie peca de abusar de las vueltas de tuerca, creando una narrativa fragmentada que en ocasiones se siente confusa. La acumulación de giros argumentales, en lugar de enriquecer la trama, la diluye y la hace olvidable, lo que puede resultar en que el público, al igual que el mismo Mullen, pierda el hilo de la historia.
El elenco es, sin duda, uno de los puntos fuertes. Además de De Niro, las actuaciones de Jesse Plemons, Lizzy Caplan, Dan Stevens y Matthew Modine son excepcionales, logrando dar vida a personajes complejos y matizados. Sin embargo, incluso su talento no puede disimular completamente las debilidades del guion.
De Niro, en cambio, brilla. Su actuación es monumental, llevando sobre sus hombros una serie que, sin su presencia, probablemente naufragaría por completo. Su interpretación conmueve y cautiva, ofreciendo una luz de esperanza en medio del torbellino narrativo. Es, sin lugar a dudas, el mayor atractivo de 'Día Cero'.
En definitiva, 'Día Cero' es una serie irregular. A pesar de su atractivo elenco y una premisa intrigante, su narrativa incoherente y su abuso de giros argumentales impiden que alcance su máximo potencial. El brillante De Niro, sin embargo, se convierte en un faro de calidad en medio del caos digital que nos presenta Netflix. Es una serie que se puede disfrutar por la actuación del veterano actor, pero que, probablemente, sea olvidada rápidamente después de su emisión.