El Atlético de Madrid responde con ironía a las falsas acusaciones que lo vinculaban con el árbitro José Luis Munuera Montero. La RFEF investiga y desmiente cualquier conflicto de intereses.
El club Atlético de Madrid se vio envuelto en una polémica tras la aparición de informaciones falsas que insinuaban un posible conflicto de intereses entre la entidad y el árbitro español José Luis Munuera Montero. Estas noticias, calificadas por el club como "fake news", apuntaban a una supuesta relación entre el Atlético de Madrid y Munuera Montero a través de la empresa Talentus Sports Speakers, dedicada a ofrecer servicios a clubes y organismos deportivos.
Ante estas acusaciones, el Atlético de Madrid recurrió a la ironía en sus redes sociales, solicitando a la Real Academia Española (RAE) que recomendara un sinónimo para "fake news", considerando opciones como bulo, mentira, engaño, patraña, infundio, trola o bola. El club rojiblanco desmintió categóricamente cualquier vínculo mercantil o contractual con Talentus Sports Speakers, afirmando que la información publicada era totalmente falsa.
En un comunicado oficial, el Atlético de Madrid denunció una campaña de acoso que perjudica gravemente la imagen del fútbol español y exigió que este tipo de acciones no queden impunes, utilizando el hashtag #StopAcosoArbitralYa. La firmeza de su respuesta refleja la gravedad con la que el club toma este tipo de acusaciones sin fundamento.
Tras la investigación abierta por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se concluyó que no existe ningún conflicto de intereses entre las actividades empresariales del árbitro Munuera Montero y su labor arbitral. La RFEF, tras verificar la información en el Registro Mercantil y contar con la colaboración del árbitro, confirmó que no se aprecia ninguna incompatibilidad entre sus actividades empresariales y el ejercicio del arbitraje. En consecuencia, la federación recomendó el levantamiento de cualquier medida cautelar impuesta contra el colegiado.
El caso destaca la importancia de la verificación de la información y la necesidad de combatir las noticias falsas que pueden afectar la reputación de instituciones y personas. La respuesta del Atlético de Madrid, combinando la ironía con la firmeza, se convirtió en un elemento viral en las redes sociales, mostrando la capacidad del club para gestionar eficazmente una crisis de reputación generada por informaciones falsas. El desenlace, con la RFEF desmintiendo las acusaciones, pone fin a una controversia que generó un considerable debate en el mundo del fútbol español.