El encuentro entre Independiente y Platense dejó a todos con la boca abierta. Un empate 1-1 en Vicente López que significó mucho más que solo dos puntos perdidos para el Rojo. Lejos de la brillante victoria ante Vélez, Independiente se vio envuelto en una batalla táctica donde el plan de Platense, basado en la frustración y la contención, resultó altamente efectivo. La dupla Orsi-Gómez diseñó un esquema que, si bien no fue un deleite para la vista, cumplió su objetivo a la perfección. Platense achicó espacios, doblando marcas y cortando constantemente el circuito de juego del Rojo. Luciano Cabral, figura en partidos anteriores, se vio anulado, mientras que otros jugadores clave de Independiente como Tarzia, Loyola y Ávalos fueron neutralizados eficazmente. El equipo de Avellaneda, acostumbrado a brillar en su estadio, mostró nuevamente su fragilidad como visitante, una tendencia que se ha repetido en varias oportunidades a lo largo de la temporada. El primer tiempo fue un monólogo de Platense, con el Rojo obligado a defenderse con uñas y dientes. Aunque el Calamar careció de la contundencia suficiente para concretar sus llegadas, el arquero Rey tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar la caída de su arco. El momento más destacado del primer tiempo fue una jugada polémica, donde se reclamó un penal a favor de Platense que no se cobró. En el segundo tiempo, el escenario siguió igual de cerrado. Independiente, con el sufrimiento como aliado, encontró un gol sorpresivo a los 76 minutos. Un centro de Angulo se desvió en Vázquez y terminó engañando al arquero Cozzani. Parecía que la suerte se inclinaba del lado del Rojo, pero el destino tenía una sorpresa final. A los 89 minutos, un tiro libre de Taborda se desvió en Valdez y luego en Paredes, ingresando al arco de Rey para establecer el definitivo 1-1. La frustración para Independiente fue mayúscula, no solo por el empate, sino por la forma en que se produjo. El Rojo, a pesar de su esfuerzo, no pudo destrabar el juego defensivo de Platense. Este resultado dejó a Independiente como escolta de Rosario Central en la Zona B, perdiendo el liderato. Platense, por su parte, logró estirar su racha invicta en casa a diez partidos. El análisis post-partido se centró en la impotencia ofensiva del Rojo ante un rival que supo jugar con sus limitaciones y la necesidad de Independiente de mejorar su rendimiento como visitante. La próxima fecha será crucial para recuperar el rumbo, con el Rojo enfrentando a Instituto en Avellaneda y Platense visitando a Godoy Cruz.