El Estadio da Luz vibró con un partidazo de infarto que definió el pase del Benfica a la siguiente ronda de la Champions League. En un encuentro que estuvo a la altura de las expectativas, el equipo portugués se impuso al Mónaco con un marcador global de 4-3, tras el 1-0 en la ida. La vuelta fue un verdadero espectáculo, con goles, emoción, y un final de infarto que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos hasta el último minuto. El partido comenzó con un gol tempranero de Kerem Akturkoglu para el Benfica (minuto 21), aprovechando un error en la defensa del Mónaco. Sin embargo, el equipo monegasco respondió con un gran nivel de intensidad y un gol de Takumi Minamino (minuto 31) que puso el empate antes del descanso. La segunda mitad fue una montaña rusa de emociones. Mónaco se adelantó con una gran definición de Eliesse Ben Seghir (minuto 50), empatando la eliminatoria global. El Benfica logró volver a ponerse en ventaja con un penalti anotado por Pavlidis (minuto 75). El drama aún no había terminado, ya que George Ilenikhena empató la serie para Mónaco en el minuto 80. Pero cuando parecía que la prórroga sería inevitable, Orkun Kokcu marcó para el Benfica en el minuto 83, sellando la clasificación para su equipo. El partido estuvo marcado por la intensidad del juego, con ocasiones claras para ambos equipos. Tanto el Benfica como el Mónaco demostraron un gran nivel futbolístico, dejando todo en la cancha en busca de la victoria. Los errores defensivos fueron clave en el resultado final, con Otamendi del Benfica sufriendo especialmente en algunos momentos del partido. El análisis del partido deja claro que el Benfica mostró un carácter ganador y supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron. La capacidad de reacción y la determinación del equipo fueron fundamentales para conseguir el pase a los octavos de final. Por otro lado, el Mónaco, a pesar de su excelente juego, deberá corregir algunos aspectos defensivos para futuros desafíos. El próximo viernes se conocerá el rival de los portugueses en los octavos de final, Barcelona o Liverpool, un gran desafio para un Benfica que, con esta remontada, demuestra su ambición en la máxima competición continental. El partido de ida se disputará en el Estadio da Luz.