San Lorenzo, bajo el mando de Miguel Ángel Russo, está demostrando una faceta inesperada en el Torneo Apertura 2025: un equipo capaz de sufrir, ganar y liderar. Lejos de la imagen de inestabilidad de meses anteriores, el Ciclón se ha transformado en una fuerza sólida y consistente, cosechando victorias y escalando posiciones en la tabla de manera impresionante. La victoria 1-0 ante Instituto en Córdoba fue un ejemplo perfecto de esta nueva identidad. En un ambiente hostil y ante un rival que venía invicto de local, San Lorenzo demostró madurez y estrategia. No se desesperó ante la posesión de Instituto, esperando pacientemente su momento. La solidez defensiva, con líneas compactas y una presión constante liderada por Alexis Cuello, neutralizó las principales armas del local. La inteligencia táctica fue clave: San Lorenzo supo contener las embestidas de Instituto y aprovechar las oportunidades que se le presentaron. El gol de penal de Andrés Vombergar, luego de una mano dentro del área rival (luego de una jugada que involucró una excelente intervención de Ezequiel Herrera y un disparo de chilena de Cuello), fue la recompensa a la paciencia y el plan de juego ejecutado a la perfección por el equipo. Esta capacidad de aprovechar al máximo las ocasiones es un factor crucial en el éxito del Ciclón. El equipo no solo supo defenderse con eficacia, sino también ser letal en el área rival en el momento preciso. Más allá del resultado, lo más destacado es la evolución del equipo. La confianza mutua entre Russo y sus jugadores, la mayoría jóvenes, es palpable. El entrenador ha inculcado una mentalidad ganadora y una capacidad de adaptación a diversas situaciones. San Lorenzo ha demostrado que puede imponer su juego y obtener resultados positivos incluso en campos difíciles. Su capacidad para sufrir, absorber presión y encontrar el gol justo lo coloca como un firme candidato al título. El triunfo en Córdoba deja a San Lorenzo como uno de los líderes de la Zona B, en una posición envidiable de cara al crucial clásico contra Huracán. La victoria refuerza la ilusión de la hinchada azulgrana, que ve en este equipo una versión revitalizada y con la ambición de alcanzar la gloria. El camino aún es largo, pero la solidez, la inteligencia y el compromiso que muestra el San Lorenzo de Russo son factores determinantes que auguran un futuro brillante. Este equipo, con su combinación de juventud y experiencia, ha encontrado una identidad que lo hace competir al máximo nivel y, lo más importante, ganar. Su evolución ha sido notable, y su presente es prometedor.