El mundo de las redes sociales ha sido sacudido por la detención del influencer uruguayo Yao Cabrera en Córdoba, Argentina. El youtuber, conocido por sus controversiales videos y con más de 25 millones de seguidores, comenzó a cumplir una condena de cuatro años de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, laboral y reducción a la servidumbre. La sentencia, dictada en abril de 2024 por el Tribunal Oral Federal N°3 de San Martín, se hizo efectiva luego de que la Cámara Federal de Casación Penal rechazara un recurso presentado por su defensa. La causa se originó en una denuncia presentada en 2020 por una ex empleada, Giovanna De Mitole, ex diseñadora gráfica, quien aseguró haber sido sometida a condiciones laborales abusivas en la llamada “Mansión WIFI”, propiedad de Cabrera. De Mitole declaró haber sido reclutada con la promesa de trabajo y alojamiento, pero en realidad se vio obligada a trabajar jornadas extenuantes de más de 12 horas sin recibir un salario adecuado, con comida en mal estado y bajo un régimen de control y restricción de movimientos, constituyendo así un claro caso de reducción a la servidumbre. La investigación, que incluyó el testimonio de De Mitole en Cámara Gesell y pruebas aportadas por su ex manager Jorge Zonzini y otros exempleados, reveló un patrón de comportamiento de Cabrera consistente en el aprovechamiento de la vulnerabilidad de jóvenes para su explotación laboral. Zonzini también aportó evidencias sobre posibles estafas a niños y sus padres, abusos sexuales, corrupción de menores e incluso indicios de venta de estupefacientes en eventos organizados por el influencer. El fallo judicial condenó a Cabrera no solo por la trata de personas, sino que también ordenó el pago de 6.000.000 de pesos a la víctima como reparación integral. Además, existen otras causas pendientes contra Cabrera en su contra por delitos sexuales contra menores de edad y venta de drogas. La detención de Yao Cabrera ha generado un amplio debate en las redes sociales, con opiniones divididas entre quienes celebran la justicia y quienes cuestionan la magnitud de la condena o la veracidad de las acusaciones. Sin embargo, el caso pone en relieve la vulnerabilidad de personas que buscan oportunidades en el mundo digital y los riesgos asociados a la explotación laboral en el contexto de la industria de la influencia. Este evento sirve como un llamado de atención sobre la necesidad de una regulación más estricta en el ámbito de las redes sociales y la protección de los derechos de los trabajadores, especialmente en un contexto donde la popularidad y la influencia pueden ser utilizadas para perpetuar prácticas abusivas y delictivas.