El actual campeón del fútbol argentino, Vélez Sarsfield, vive un presente oscuro. Su desempeño en el Torneo Apertura 2025 es, sin exageraciones, desastroso. Con cinco derrotas en seis encuentros y la alarmante ausencia de goles a favor, el equipo se hunde en la tabla de posiciones y enfrenta una crisis de identidad futbolística que preocupa a hinchas y dirigentes por igual. La última derrota, ante Godoy Cruz, expuso con crudeza las falencias de un equipo que parece lejos de la versión que conquistó el título en la temporada anterior. El partido contra Godoy Cruz, disputado en el estadio José Amalfitani, comenzó con un anhelo tempranero para Vélez. Un gol de Braian Romero fue anulado por el VAR por fuera de juego, un golpe anímico que marcó el rumbo del encuentro. Godoy Cruz, por su parte, aprovechó sus oportunidades con una efectividad contundente. Un gol en contra de Pizzini y un potente remate de Altamira sellaron el 2-0 antes del descanso, dejando en silencio al público local. Si bien Vélez intentó reaccionar en el segundo tiempo, la falta de contundencia en ataque y la solidez defensiva de Godoy Cruz impidieron la remontada. Un gol anulado a Michael Santos por fuera de juego reflejó la mala fortuna que acompañó al equipo de Sebastián Domínguez. A pesar del dominio territorial y la creación de ocasiones, la falta de eficacia dejó a Vélez sin premio. El cabezazo al palo de Elías Gómez y el tiro libre de Romero al travesaño fueron ejemplos de la impotencia ofensiva. Esta derrota no solo profundiza la crisis deportiva de Vélez, sino que también genera un debate sobre la continuidad del entrenador Sebastián Domínguez. El equipo muestra una fragilidad defensiva sorprendente y una incapacidad para generar juego ofensivo fluido y eficaz. La falta de contundencia, exacerbada por las lesiones de jugadores clave y la dificultad para encontrar una formación estable, son problemas que se han agravado en este inicio de torneo. El mercado de pases de Vélez no logró revertir la situación del equipo, que parece estar lejos del nivel mostrado en la temporada anterior. Si bien llegaron refuerzos como Kevin Vázquez, Tomás Galván, Claudio Baeza e Imanol Machuca, la adaptación no ha sido la esperada. Las lesiones de jugadores como Joaquín García y Emanuel Mammana tampoco ayudaron a la causa. La ausencia de goles es un problema particularmente preocupante. En seis partidos, el equipo todavía no ha podido convertir y se enfrenta a un reto crucial: encontrar la fórmula para superar la sequía goleadora y construir un juego ofensivo efectivo que le permita competir por los puestos de arriba en el torneo. El futuro de Vélez Sarsfield en el Torneo Apertura 2025 parece incierto, y la presión sobre el cuerpo técnico y la directiva aumenta con cada partido que pasa.