El pasado 14 de febrero de 2025, Boca Juniors logró una victoria sufrida pero vital ante Banfield por 1-0 en el marco del Torneo Apertura. El partido, que se caracterizó por su intensidad y momentos de tensión, dejó al Xeneize con tres puntos fundamentales de cara al crucial debut en la Copa Libertadores. El único gol del encuentro llegó a través de un cabezazo preciso de Lautaro Di Lollo en el minuto 86, tras un córner ejecutado por Carlos Palacios. Este tanto, de excelente factura, rompió el empate y desató la alegría en La Bombonera. Sin embargo, la alegría fue agridulce. Ayrton Costa, zaguero central del equipo, recibió su segunda tarjeta amarilla en el minuto 89 y dejó a Boca con diez jugadores para los minutos finales. El arquero Agustín Marchesín se convirtió en figura en los instantes posteriores a la expulsión, realizando una atajada crucial que impidió el empate de Banfield. Su intervención evitó que el equipo terminara el partido con un resultado menos favorable. El partido tuvo momentos de dominio alternado y oportunidades para ambos conjuntos. Banfield generó situaciones de peligro, incluyendo un remate al palo de Boca y varias llegadas al área que Marchesín supo controlar. El técnico de Boca realizó varios cambios a lo largo del partido buscando dinamizar el ataque y asegurar el resultado. Los ingresos de Brian Aguirre y Carlos Palacios por Kevin Zenón y Alan Velasco, y posteriormente Williams Alarcón y Lucas Janson, por Exequiel Zeballos e Ignacio Miramón, buscaban darle mayor peso ofensivo al equipo. La victoria, a pesar de las dificultades, resulta fundamental para Boca Juniors. El triunfo inyecta confianza al equipo antes de su debut en la fase 2 de la Copa Libertadores contra Alianza Lima en Perú, un partido que se presenta como una prueba de fuego para las aspiraciones internacionales del Xeneize. El partido de Copa Libertadores representa un desafío importante, y la victoria contra Banfield proporciona un impulso anímico y estratégico para afrontar este encuentro con mayor seguridad. El triunfo, logrado con un equipo diezmado y con una gran actuación de su arquero, reafirma la garra y el espíritu competitivo de Boca Juniors. El próximo partido ante Alianza Lima definirá el camino del club en la búsqueda de la gloria continental. El partido contra Banfield también sirvió como prueba de fuego para el funcionamiento del equipo y para la puesta a punto de jugadores clave, de cara a los desafíos que se avecinan en el plano local e internacional. La victoria, obtenida con sufrimiento y sacrificio, resalta la solidez defensiva del equipo, y la experiencia de su arquero Agustín Marchesín, fundamental para asegurar el triunfo.