Diego Schwartzman, el 'Peque', anuncia su retiro del tenis profesional tras una carrera llena de logros y superación. Descubre su conmovedora carta de despedida y el recorrido de un luchador que desafió las expectativas.
Diego Schwartzman, el tenista argentino conocido como 'el Peque', ha anunciado su retiro del tenis profesional. A sus 32 años, y tras una carrera jalonada de éxitos que desafiaron su baja estatura (1,70 m), Schwartzman pone punto final a su trayectoria en el Argentina Open, un torneo que se convierte en el escenario perfecto para su emotiva despedida.
En una conmovedora carta publicada en la página del ATP, Schwartzman reflexiona sobre su trayectoria, sus logros y los desafíos que enfrentó. Reconoce la dificultad de competir al más alto nivel contra gigantes del tenis como Rafael Nadal y Novak Djokovic, a quienes enfrentó en numerosas ocasiones en las etapas finales de los Grand Slams. "Perdí siete veces en la segunda semana de un Grand Slam contra Rafa o Nole. Estaba jugando a gran nivel. Si no hubiera tenido a uno de esos tipos en el camino, creo que podría haber llegado incluso más lejos en estos torneos", confiesa con honestidad.
Pero la carta no es solo un recuento de derrotas. Es un testimonio de perseverancia, de un espíritu indomable que se sobrepuso a las limitaciones físicas para alcanzar la élite mundial del tenis. "Puede que tenga un cuerpo pequeño, pero di batalla a los mejores jugadores de la historia", afirma con orgullo. Schwartzman enumera sus logros: cuatro títulos ATP, la posición número ocho del ranking mundial, las semifinales de Roland Garros, y su representación de Argentina en la Copa Davis.
La decisión de retirarse no fue repentina. El tenista argentino describe cómo, a partir de un partido en Hamburgo en 2022, comenzó a sentir que su cuerpo ya no respondía como antes. Las sensaciones extrañas, los calambres y las manos temblorosas fueron señales inequívocas de que su cuerpo le estaba pidiendo un descanso. A pesar de intentar cambiar de preparador físico y entrenadores, la situación no mejoró, lo que lo llevó a la inevitable conclusión de que era el momento de decir adiós.
La carta también desvela la historia de un luchador que, desde sus humildes comienzos, tuvo que superar adversidades económicas para lograr su sueño. Recuerda con nostalgia los viajes junto a su madre, compartiendo una cama y vendiendo pulseras de goma para poder financiar sus torneos. "Si le hubieras dicho al Diego de cuando era chico lo que conseguí, mi respuesta hubiera sido simple: ‘Es imposible’", confiesa, destacando la magnitud de sus logros.
Schwartzman aborda el tema de su estatura con madurez y honestidad. Reconoce que fue un obstáculo, que constantemente enfrentó preguntas sobre cómo podía competir con jugadores más altos y fuertes. Sin embargo, destaca que su éxito no se basó solo en la lucha física, sino en su dedicación, estrategia y talento. "Mucha gente hablaba sobre mi estatura: 170 centímetros. ... Pero más del 50% de los partidos que ganes se basan en lo que hagas fuera de la cancha", subraya.
La carta termina con una nota de paz y aceptación. Schwartzman se despide del tenis con la satisfacción de haber cumplido sus sueños y superado las expectativas. Un final agridulce, sí, pero también una celebración de una carrera que inspira y conmueve.