Un video viral mostrando un raro pez abisal, el 'diablo negro' (Melanocetus johnsonii), en aguas de Tenerife desató la controversia. Un fotógrafo italiano desmiente la autenticidad del video, revelando un error fundamental que abre un debate sobre nuestro conocimiento de la fauna marina.
Recientemente, un video viral cautivó a la comunidad científica y a los entusiastas del mar: mostraba un ejemplar de Melanocetus johnsonii, popularmente conocido como 'diablo negro', un pez abisal raramente visto en aguas superficiales, cerca de Tenerife. La inusual aparición de este depredador de las profundidades, con su cuerpo oscuro y bioluminiscencia, generó gran expectación en la prensa y redes sociales. Sin embargo, un detalle crucial pasó inadvertido para muchos: el video estaba reproducido al revés.
El reconocido fotógrafo submarino italiano, Alessandro Recchi, reveló este 'gran engaño'. En una entrevista para Rainews, Recchi explicó que la inversión del video evidencia el poco conocimiento que aún poseemos sobre la vida marina. A diferencia de animales terrestres fácilmente reconocibles, como una cebra o un ave, la falta de familiaridad con la fauna abisal permite que este tipo de errores pasen desapercibidos.
Recchi reforzó su argumento narrando una anécdota personal. Durante una inmersión con buzos profesionales y un biólogo, inventó nombres de criaturas marinas inexistentes, como el "granchio tigre di sabbia" o el "pesce melone", sin que nadie detectara la falsedad. Este hecho ilustra la necesidad de una mayor investigación y comprensión de las especies abisales.
El 'diablo negro', a pesar de su apariencia intimidante, es una criatura fascinante adaptada a las extremas condiciones de las profundidades oceánicas, donde la luz solar no llega. Su bioluminiscencia, utilizada para atraer presas, lo convierte en un verdadero fantasma de los abismos. La controversia generada alrededor del video, más allá de desenmascarar un error, resalta la rareza del hallazgo original y la inmensidad de lo desconocido en el océano.
Este incidente reabre el debate sobre la exploración marina y la necesidad de ampliar nuestro conocimiento sobre los misterios que alberga el océano. La dificultad de observar y documentar la vida en las profundidades significa que muchas especies permanecen sin descubrir o mal documentadas. El caso del 'diablo negro' sirve como recordatorio de los desafíos y la importancia crucial de la investigación científica para comprender la biodiversidad marina y la necesidad de rigurosidad en la documentación de los descubrimientos.
Un reporte posterior de CNN, citando al investigador chileno Marcelo Oliva del Instituto Milenia de Oceanografía, profundiza en las posibles causas del avistamiento. Oliva afirma que no existen registros previos de un evento similar, y las causas de la aparición del pez en aguas superficiales son inciertas. Aunque se especulan factores ambientales, la falta de datos impide una conclusión definitiva. Oliva también resalta la incertidumbre sobre el efecto del cambio de presión y la exposición a la luz en la salud del pez, destacando la importancia de la investigación para entender este fenómeno.