La noche del martes, en el programa Bendita, se vivió un momento inolvidable. Horacio Pagani, mientras participaba como panelista, descubrió que había ganado la quiniela. La escena fue caótica pero hermosa: gritos, abrazos, y un salto de alegría digno de un gol en la final del Mundial. Pero lo que realmente impactó fue la frase final de Pagani: "Dios existe". Esta declaración tiene un peso específico. En 2010, tras la derrota de España ante Suiza en el Mundial de Sudáfrica, un desencajado Pagani proclamó: "Dios no existe. El Diablo se hizo cargo del fútbol". Esta frase se convirtió en un meme, un sello distintivo de su personalidad apasionada e impredecible. España, a pesar de ese mal comienzo, ganó la Copa del Mundo, dejando a Pagani con su memorable frase como un símbolo de ironía del destino. Quince años después, la quiniela le devolvió la fe. Tras haber perdido su apuesta inicial por llegar tarde, Pagani jugó un nuevo número: 1717 en la Lotería de Santa Fe. La suerte le sonrió, ganando más de $240.000 pesos, recuperando incluso lo que había perdido previamente. La alegría fue incontenible, un contraste vibrante con su frustración de 2010. Pero más allá del premio económico, el triunfo representa un cierre simbólico en la vida de Pagani. Su pasión por el fútbol, su fervor por el tango, su temperamento ardiente y su predilección por las apuestas son parte esencial de su personalidad. Amante de Las Vegas, donde incluso se casó, su relación con el azar es públicamente conocida, incluso dentro del programa Bendita. Any Ventura, compañera de Pagani en Socios del Espectáculo, reveló que el periodista suele estar distraído revisando los resultados de la quiniela durante las grabaciones. El momento en Bendita no solo fue un festejo por el dinero ganado, sino un reconocimiento a la fuerza del azar, una redención de su frase de 2010. Para Pagani, "Dios existe" no es una simple afirmación religiosa, sino la culminación de una anécdota llena de drama, humor y una buena dosis de ironía. Un momento perfecto para la televisión, que demuestra que la espontaneidad y lo impredecible siempre tienen un lugar en el entretenimiento. Una historia que dejará huella en la memoria colectiva, como una nueva leyenda en la carrera mediática del inolvidable Horacio Pagani.