Durante el mes de julio, la economía argentina se vio afectada por un gran impacto cambiario, lo que generó la interrupción de la tendencia de ajuste en términos reales del gasto público. Ante esta situación, el Gobierno se encuentra evaluando qué medidas tomar para contrarrestar este efecto. Una de las opciones que se barajan es la subida de tarifas en diferentes sectores, lo que permitiría obtener ingresos adicionales para compensar el impacto del salto cambiario. Sin embargo, esta medida podría afectar a la economía familiar, ya que se traduciría en aumentos en los servicios básicos. Otra alternativa que se plantea es la absorción del impacto cambiario a través de más subvenciones. Esto implicaría un mayor gasto por parte del Estado, pero podría evitar que los precios de los servicios se vean afectados. El desafío para el Gobierno radica en encontrar un equilibrio entre estas dos opciones, teniendo en cuenta el contexto económico actual y las necesidades de la población. Además, es importante considerar que cualquier medida que se tome debe ser sostenible a largo plazo. En el ámbito político, esta situación plantea un desafío para el oficialismo, ya que deberá explicar las razones detrás de las decisiones que se tomen. Es fundamental que exista una comunicación clara y transparente, para que la ciudadanía comprenda la necesidad de estas medidas y cuáles serán sus efectos. En resumen, en julio la Economía argentina habría interrumpido la tendencia de ajuste en términos reales del gasto público debido al impacto cambiario. Ahora, el Gobierno evalúa si sube tarifas o absorbe este impacto con más subvenciones. La decisión que se tome deberá ser sostenible a largo plazo y contar con una explicación clara para la ciudadanía.