México, debido a su ubicación geográfica privilegiada, cuenta con una gran variedad de climas que se traduce en una riqueza incomparable de especies. De hecho, se estima que al menos el 12% de todas las especies existentes en el mundo habitan en este país. Esta amplia diversidad biológica es el resultado de la combinación de factores como la extensión territorial, la complejidad topográfica y la interacción con diferentes corrientes oceánicas. Uno de los aspectos más destacados de la biodiversidad mexicana es su riqueza en flora, con más de 26,000 especies de plantas registradas. Desde los majestuosos árboles de los bosques tropicales hasta las coloridas flores del desierto, México alberga una amplia gama de ecosistemas terrestres. Además, sus costas son hogar de una gran diversidad de manglares, que brindan refugio y alimento a numerosas especies acuáticas. En cuanto a la fauna, México es conocido por sus especies emblemáticas como el jaguar, el quetzal y la tortuga marina. Sin embargo, la diversidad animal va mucho más allá de estos ejemplos. En todo el país se pueden encontrar una amplia variedad de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, muchos de los cuales son endémicos de México, es decir, no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. La riqueza de la biodiversidad mexicana es un tesoro invaluable, no solo desde el punto de vista biológico, sino también para el bienestar de las comunidades locales y el desarrollo del ecoturismo. Sin embargo, esta riqueza también enfrenta numerosos desafíos debido a la deforestación, la contaminación y el cambio climático. Es responsabilidad de todos proteger y conservar esta biodiversidad única, no solo por su valor intrínseco, sino también por el futuro de nuestro planeta.