El miércoles 30 de enero de 2025, una tragedia aérea conmocionó a Estados Unidos y al mundo. Un avión de pasajeros de American Eagle, subsidiaria de American Airlines, con 60 pasajeros y 4 tripulantes a bordo, colisionó con un helicóptero del ejército estadounidense durante su aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington D.C. Entre las víctimas fatales, Infobae confirmó la presencia de un ciudadano argentino que viajaba junto a su hijo, de nacionalidad chilena. El accidente, que ocurrió en uno de los espacios aéreos más controlados del mundo, a pocos kilómetros de la Casa Blanca y el Capitolio, provocó una inmediata y extensa operación de búsqueda y rescate en el río Potomac. Las autoridades, tras la recuperación de los cuerpos, han confirmado que no hay sobrevivientes. La Cancillería argentina y el departamento de estado de EEUU trabajan conjuntamente para identificar a todas las víctimas y contactar a sus familiares, incluyendo a los allegados del argentino fallecido. El presidente Donald Trump ofreció una conferencia de prensa en la que culpó a las administraciones demócratas de Barack Obama y Joe Biden por la tragedia, alegando que se habían rebajado los estándares de seguridad en la aviación. Trump afirmó que durante su mandato había implementado medidas para elevar dichos estándares, pero que la administración Biden los había revertido. Desde la Casa Blanca, el presidente Trump indicó tener “fuertes opiniones” sobre las causas del accidente y prometió una investigación exhaustiva. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación para determinar las causas del accidente. Los investigadores analizarán las grabaciones de las cajas negras, las comunicaciones entre los pilotos y la torre de control, y los datos del radar para reconstruir los últimos momentos del vuelo. Los datos de seguimiento del vuelo 5342 de American Airlines indican una rápida pérdida de altitud sobre el río Potomac poco antes del impacto. El informe de la FAA revisado por The New York Times sugiere irregularidades en la asignación de personal de la torre de control en el momento del accidente, lo que habría involucrado la supervisión simultánea de aeronaves y helicópteros a un solo controlador, hecho que no se ajusta al procedimiento regular. El impacto, captado por cámaras de seguridad cercanas, mostró una colisión violenta seguida de una bola de fuego. Entre las víctimas se encontraban, según reportes del Kremlin, los patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, junto con algunos familiares. También se encontraban a bordo varios miembros de la comunidad de patinaje artístico de Estados Unidos que regresaban de un evento en Wichita, Kansas. El helicóptero involucrado, un UH-60 Black Hawk, tenía una tripulación de tres soldados. El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan suspendió temporalmente sus operaciones tras el accidente, pero ha reanudado su actividad al día siguiente. El caso ha generado consternación y luto a nivel internacional, y se espera que la investigación arroje luz sobre las causas de este terrible suceso y las posibles deficiencias en los protocolos de seguridad aérea. La confirmación de la presencia de un ciudadano argentino entre las víctimas ha generado un profundo sentimiento de dolor y solidaridad en Argentina.