En el año 1997, el país vivió una jornada extrema en cuanto al clima, alcanzando la temperatura más baja jamás registrada. Descubre cómo fue este suceso que dejó una marca imborrable en la memoria de los argentinos.
El clima extremo es parte de la historia de Argentina, un país que ha experimentado temperaturas extremas tanto en verano como en invierno. Sin embargo, el 27 de diciembre de 1997 quedará para siempre en la memoria como el día en que se registró la temperatura más baja del país.
En aquella fecha, los argentinos se despertaron con un frío inusualmente intenso. Los termómetros comenzaron a marcar números negativos, una situación poco común en este país sudamericano. El frío se hizo sentir con fuerza en toda la nación, pero fue en algunas regiones donde se alcanzaron temperaturas extremas.
El récord histórico se estableció en la localidad de Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego. En aquel día, el termómetro descendió hasta los -25 grados Celsius, dejando una marca imborrable en la historia climática del país.
Las bajas temperaturas causaron múltiples inconvenientes en diversos aspectos de la vida cotidiana. Las viviendas debieron adaptarse rápidamente para protegerse del frío extremo. Los sistemas de calefacción se pusieron a prueba y muchas veces no fueron suficientes para soportar el intenso frío. Las calles se volvieron peligrosas, con hielo y nieve cubriendo el pavimento. Los automóviles se vieron afectados, y muchos no pudieron arrancar debido a las bajas temperaturas.
Este récord histórico puso en evidencia la importancia de contar con sistemas de calefacción adecuados y viviendas preparadas para el clima extremo. Además, sirvió como una llamada de atención sobre los efectos del cambio climático y la necesidad de tomar medidas para enfrentarlos.
A pesar de haber transcurrido más de dos décadas desde aquel día histórico, la temperatura más baja registrada en Argentina sigue siendo una referencia. Es un recordatorio de la capacidad del clima para sorprendernos y de la importancia de estar preparados ante cualquier eventualidad.