La exvicepresidenta Cristina Kirchner pasó unos días de relax en la ciudad balnearia de Monte Hermoso, Buenos Aires, junto a su hija Florencia y su nieta Helena. Su estadía, según reportes de medios locales, comenzó el sábado 18 de enero y finalizó antes de lo previsto, debido a la gran cantidad de personas que se acercaron para saludarla. La presencia de la exmandataria generó un gran revuelo en la ciudad, con numerosos curiosos buscando un encuentro o una fotografía. Cristina Kirchner compartió en sus redes sociales imágenes de sus vacaciones, incluyendo una fotografía de un mensaje escrito en la arena: el número 139, en referencia a la restitución del último nieto encontrado por Abuelas de Plaza de Mayo. Este acto cargado de simbolismo fue interpretado como una clara manifestación de apoyo a la causa de los derechos humanos. En sus publicaciones, la ex presidenta también destacó la alegría de compartir este momento familiar, agradeciendo a la ciudad de Monte Hermoso por el afecto recibido. Además, el regreso de Florencia Kirchner a las redes sociales, tras siete meses de ausencia, fue otro hecho destacado, con publicaciones donde se la ve disfrutando de la playa junto a su madre y su hija. La visita de Cristina Kirchner no pasó inadvertida para las figuras políticas locales. El intendente Hernán Arranz y el diputado bonaerense Enrique Dichiara se reunieron con ella, compartiendo imágenes del encuentro en sus redes sociales. Si bien Dichiara aclaró que la visita fue de carácter personal, la coincidencia de su presencia en Monte Hermoso con el reciente proceso de reorganización del Partido Justicialista (PJ), no pasó desapercibida. Este contexto político, marcado por la búsqueda de unidad en el PJ rumbo a las elecciones, le añadió una dimensión política extra a las vacaciones familiares de la ex presidenta. El senador nacional Oscar Parrilli, en declaraciones a la prensa, remarcó la importancia de la unidad del PJ, pero enfatizó que esa unidad debe estar orientada a objetivos claros y propuestas con credibilidad para la sociedad. En resumen, la estadía de Cristina Kirchner en Monte Hermoso fue un evento con fuerte repercusión mediática, que combinó la imagen de una tranquila escapada familiar con implicaciones políticas y un significativo simbolismo en relación a la causa de los nietos recuperados.