El Estadio Da Luz fue testigo de un encuentro inolvidable en la UEFA Champions League 2024/25. El Barcelona, tras un primer tiempo de pesadilla, logró una épica remontada para derrotar al Benfica por 5-4 y asegurar su clasificación a los octavos de final. El partido, un torbellino de goles y errores defensivos por ambos lados, quedará grabado en la memoria de los aficionados al fútbol. El Benfica tomó la delantera rápidamente con un gol de Vangelis Pavlidis al minuto 1. Robert Lewandowski empató para el Barcelona desde el punto penal a los 13 minutos. Sin embargo, la alegría culé duró poco, ya que una serie de errores defensivos del Barcelona, especialmente por parte del portero Wojciech Szczesny, permitieron a Pavlidis completar un hat-trick en solo 30 minutos (minutos 1, 21 y 29), dejando al Barcelona perdiendo 3-1 al final del primer tiempo. El portero polaco, titular en lugar de Iñaki Peña, cometió un grave error al salir de su área y chocar con su compañero Alejandro Balde, regalando el segundo gol a Pavlidis. En la segunda mitad, la esperanza parecía esfumarse cuando un autogol de Ronald Araujo amplió la ventaja del Benfica a 4-2 al minuto 67. Parecía una derrota inevitable para el equipo de Hansi Flick. Pero el Barcelona no se rindió. Un gol rocambolesco de Raphinha al minuto 63, tras un despeje con los pies del portero ucraniano Anatoliy Trubin que le rebotó en la pierna, encendió la chispa de la remontada. A los 77 minutos, Lewandowski convirtió un penalti para el 4-3 y Eric García, con un cabezazo espectacular al minuto 87, logró el empate 4-4. El suspense llegó a su punto álgido en el tiempo añadido cuando, tras una jugada polémica en la que el Benfica reclamó penalti, Raphinha anotó el gol de la victoria al minuto 95, sellando una histórica remontada. La victoria del Barcelona fue todavía más significativa por su heroísmo. El equipo se convirtió en el segundo en la historia de la Champions League en ganar un partido tras encajar 4 o más goles, igualando la hazaña del Borussia Dortmund en 2016 ante el Legia Varsovia. Además, es la primera vez que el Barça gana un encuentro de la Champions perdiendo por dos goles de diferencia. La clasificación a octavos de final se celebró con euforia por parte del equipo y sus aficionados, mientras que el partido dejó un sabor agridulce para el Benfica, pese a su gran actuación. Las estadísticas del partido reflejan la intensidad del encuentro: una avalancha de goles, errores defensivos notables, y momentos de máxima tensión, culminando en una tangana entre los jugadores de ambos equipos al final del partido. La victoria del Barcelona es una prueba de su resiliencia y fortaleza mental, una remontada épica que seguramente se recordará durante mucho tiempo.