Desde su aparición en la toma de posesión de Donald Trump en 2017, Melania Trump ha cautivado la atención del mundo con su estilo sofisticado y a menudo controversial. Su elección de vestuario para eventos públicos ha sido objeto de análisis exhaustivos, interpretándose como declaraciones políticas, culturales o simplemente expresiones de gusto personal. Este artículo analiza la evolución de su imagen, comparando su look inaugural de 2017 con el que lució en la toma de posesión de 2025, y explorando las tendencias y decisiones que han definido su estilo a lo largo de estos años. **2017: Un Homenaje a la Elegancia Clásica** En su primera toma de posesión, Melania Trump optó por un diseño del reconocido Ralph Lauren: un vestido azul cielo de líneas clásicas, acompañado de un bolero estructurado y guantes del mismo color. Su cabello recogido en un elegante moño completaba el conjunto, evocando imágenes de la icónica Jacqueline Kennedy Onassis. Esta elección fue interpretada por muchos como un guiño a la tradición y a un estilo atemporal de primera dama americana. Sin embargo, la elección de Lauren también generó polémica, ya que muchos diseñadores se negaron a vestirla por la ideología política de su esposo. **2025: Un Giro Hacia la Moda Independiente Americana** Siete años después, para la segunda toma de posesión de Trump, Melania Trump sorprendió con una elección notablemente diferente. Optó por un diseño de Adam Lippes, una firma estadounidense independiente, que se aleja de las marcas de lujo europeas con las que se la ha asociado anteriormente. El conjunto, que incluía un abrigo, una falda de lana de seda y una blusa marfil, junto con un llamativo sombrero, representaba una estética más moderna y menos formal. La elección de Lippes fue vista como un apoyo a la moda estadounidense y un cambio estratégico en su imagen pública. **Análisis Comparativo y Evolución del Estilo** La diferencia entre ambos looks es significativa. El atuendo de 2017 proyectaba una imagen clásica, sobria y tradicional, mientras que el de 2025 reflejaba una mayor sofisticación moderna y un giro hacia lo estadounidense. Este cambio podría interpretarse de varias maneras: una evolución natural de su estilo personal, una respuesta a las críticas recibidas en 2017 o una estrategia deliberada para proyectar una imagen renovada. También se puede destacar el rol de su sombrero en 2025, un elemento visual que añadió dramatismo a su aparición, aunque generó algunos comentarios sobre su funcionalidad. El sombrero generó varias reacciones, principalmente porque obstruía la vista del rostro de Melania durante la ceremonia. **El Impacto Político y Social** El vestuario de Melania Trump no ha estado exento de interpretaciones políticas. Su elección de diseñadores, marcas y estilos ha sido analizada a la luz de su rol como Primera Dama y la administración de su esposo. Algunos analistas consideran que sus opciones de vestuario han sido una forma de comunicar mensajes sutiles, ya sea de apoyo a la industria americana o de rechazo a ciertas tendencias de la moda. Su estilo se ha convertido en un tema de debate público, reflejando la complejidad de su imagen pública. **Conclusión** La evolución del estilo de Melania Trump desde 2017 hasta 2025 muestra una trayectoria fascinante. Desde el homenaje a la elegancia clásica hasta la apuesta por el diseño independiente americano, su imagen ha experimentado una metamorfosis, reflejando tanto cambios personales como una sofisticada estrategia de imagen pública. Sus decisiones en materia de vestuario continuarán siendo tema de análisis y debate, destacando el poder de la moda en el ámbito político y social.