La derrota del FC Barcelona ante el Getafe ha dejado un regusto amargo, y no solo por la caída en la clasificación, sino también por la actuación individual de algunos jugadores. Ronald Araujo, titular indiscutible en la zaga culé, se ha convertido en un punto de discusión tras su expulsión y su desempeño general en el Coliseum Alfonso Pérez.
El partido, un encuentro estratégico y táctico ante un rival replegado, demandaba un central con capacidad para construir desde atrás, filtrar balones entre líneas y generar superioridad numérica en campo contrario. Araujo, con sus cualidades físicas excepcionales, no encaja en este perfil. En varias ocasiones, las instrucciones de Pau Cubarsí para que Araujo se incorporara al ataque, buscando superar la línea media y generar superioridad numérica, resultaron contraproducentes. El Barça se quedaba con un hombre menos en ataque, restándole dinamismo y efectividad al equipo.
Pero la polémica no se limita a su aportación ofensiva. La única ocasión de gol del Getafe, culminada por Arambarri, nace de un pequeño, pero crucial despiste de Araujo. Concentrado en la marca de Uche (marcado por Koundé), el central uruguayo pierde de vista a Arambarri durante unos segundos, que aprovecha la oportunidad para anticiparse en el rechace de Iñaki Peña y batir la portería culé.
La expulsión, sin duda, condiciona el análisis, pero es innegable que Araujo no estuvo a la altura de las circunstancias en un partido que pedía un perfil de central diferente. Su fuerza física y su capacidad defensiva son incuestionables, pero su falta de precisión en el pase, su lentitud en la toma de decisiones y su escaso aporte en la salida de balón lastraron al equipo en un partido tan ajustado.
Araujo tiene un futuro prometedor, y la renovación de su contrato es una gran noticia para el Barça. Sin embargo, la competencia interna es feroz. Con Flick en el banquillo, los minutos se pagan caros y el uruguayo debe demostrar una mayor audacia y un mayor protagonismo en el juego si quiere mantener su lugar en el once titular y superar la competencia de Iñigo Martínez.
El partido ante el Getafe deja una reflexión abierta sobre el rol de Araujo en el Barça. ¿Es un jugador imprescindible en el esquema de Flick? ¿Su potencial defensivo compensa sus carencias en la creación? ¿Necesita mejorar su toma de decisiones y su precisión en la distribución del balón? Son preguntas que, más allá de la frustración por la derrota y la tarjeta roja, necesitan ser analizadas a fondo para determinar el verdadero valor de Ronald Araujo para el futuro del equipo azulgrana.