El joven tenista español Carlos Alcaraz ha sorprendido al mundo con su talento y su capacidad para mantener la calma bajo presión. Sin embargo, detrás de su impecable juego se esconde una estrategia cuidadosamente planeada que incluye, sorprendentemente, una dosis generosa de golf. Lejos de ser un simple pasatiempo, el golf se ha convertido para Alcaraz en una terapia esencial para desconectar de la intensidad del tenis profesional, especialmente durante los exigentes Grand Slams. Su rutina es clara: en cada gran torneo, reserva tiempo para jugar al golf. No se trata de una práctica casual; Alcaraz se toma el juego con la misma seriedad con la que se enfrenta a sus rivales en la pista. Esto se evidenció durante el Open de Australia, donde aprovechó una jornada de descanso para disfrutar de una partida de 90 minutos con su hermano Álvaro y su entrenador, Juan Carlos Ferrero, quien también es un jugador consumado. Tras la partida, el grupo disfrutó de una comida en el restaurante español "Cambio de Tercio", reflejando la importancia de esta actividad como un componente integral de su preparación. Pero la importancia del golf trasciende el simple factor competitivo. Como señala su equipo, el entorno natural del campo de golf, rodeado de verde y tranquilidad, ayuda a Alcaraz a relajarse y a despejar su mente de la presión constante del tenis de alto nivel. Esta “vitamina N”, como la llama su fisioterapeuta Juanjo Moreno, es crucial para su bienestar físico y mental. El hecho de poder concentrarse en un desafío diferente, aunque igualmente competitivo, le permite regresar a la pista con una perspectiva renovada y una mente más fresca. Esta estrategia no es nueva. Alcaraz ya la ha implementado con éxito en otros Grand Slams como Wimbledon y el US Open, donde también ha utilizado el golf para equilibrar la tensión de la competición. Incluso en el desierto californiano, durante el Masters 1000 de Indian Wells, donde ha logrado el título en las últimas dos ediciones, el golf ha jugado un papel clave en su preparación. La conexión entre el tenis y el golf no es una casualidad. Como señala el golfista profesional Sergio García, Alcaraz posee una velocidad de palo natural y una potencia impresionante, habilidades transferibles de un deporte a otro. La similitud en los movimientos corporales entre ambos deportes, también es un factor a destacar. La capacidad de concentrarse en la técnica y el control es fundamental en ambos, algo que Alcaraz domina a la perfección. La estrategia de Alcaraz contrasta con la presión constante a la que están sometidos los tenistas profesionales. Su enfoque holístico, que combina el entrenamiento físico y mental con actividades de relajación como el golf, lo convierte en un ejemplo a seguir. No solo sus rivales, sino también otros grandes tenistas como Jannik Sinner y Alexander Zverev, han adoptado el golf como una herramienta para equilibrar la intensidad de su carrera. El éxito de Alcaraz en las pistas demuestra que encontrar un equilibrio adecuado entre la competición y la relajación puede ser la clave para alcanzar la excelencia deportiva.