Carlos Alcaraz: El swing del golf como terapia en la vorágine del Open de Australia

Comentarios · 0 Puntos de vista

Descubre cómo el golf se ha convertido en la estrategia de desconexión perfecta para Carlos Alcaraz, ayudándole a gestionar la presión en los Grand Slam. Un análisis de su rutina y cómo el deporte rey y el deporte del 'swing' se complementan en su camino hacia la cima.

El joven tenista español, Carlos Alcaraz, ha revolucionado el mundo del tenis con su talento y carisma. Sin embargo, detrás de su brillantez sobre la pista, existe una estrategia de gestión de la presión que pocos conocen: el golf. Lejos de ser una simple afición, el golf se ha convertido en una herramienta fundamental en la rutina de Alcaraz, especialmente durante los exigentes torneos Grand Slam como el Open de Australia. Más allá de las horas de entrenamiento físico y táctico, Alcaraz encuentra en el golf un valioso respiro. La concentración, precisión y destreza que exige este deporte le ayudan a desconectar de la intensa presión del tenis. La tranquilidad del campo de golf, rodeado de naturaleza, proporciona una contraposición ideal a la alta adrenalina y exigencia competitiva a la que se enfrenta en la pista. El cambio de escenario es fundamental; el ruido de las multitudes se sustituye por el suave sonido del golpeo de bola, la tensión muscular por la precisión del swing. Esta estrategia no es casual. Alcaraz no solo juega al golf por diversión, sino que lo hace de forma competitiva y seria, retándose a sí mismo y a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, otro ávido jugador. Esta mentalidad competitiva, trasladada al campo de golf, le permite canalizar la energía y la ambición, manteniéndolas enfocadas en un objetivo distinto, algo vital para evitar la saturación mental propia de una larga temporada de torneos de élite. Durante el Open de Australia 2025, entre la segunda y tercera ronda, Alcaraz dedicó 90 minutos a una sesión de golf con su hermano Álvaro. Este tipo de actividad, apoyada por su equipo y su fisioterapeuta Juanjo Moreno (que destaca la importancia de la 'vitamina N', la naturaleza), forma parte de una planificación estratégica que busca equilibrar el esfuerzo físico y mental del tenista. El hecho de compartir esta experiencia con su familia crea un ambiente más relajado, lejos de las exigencias del torneo, donde las reglas del juego, la competencia y el reto son factores clave pero bajo un entorno más distendido. La conexión entre el tenis y el golf es notable. Ambos deportes requieren precisión, control, fuerza, concentración y una capacidad para gestionar la presión bajo exigencia. Como señala el destacado golfista Sergio García, Alcaraz tiene unas cualidades físicas innatas que le permiten adaptarse rápidamente al golf; su velocidad de palo y potencia son evidentes. Incluso, el movimiento corporal en ambos deportes presenta similitudes, lo que facilitaría la transición entre uno y otro. Alcaraz no es el único jugador de élite que utiliza el golf como terapia de desconexión. Jannik Sinner y Alexander Zverev, otros nombres importantes en el ranking ATP, también emplean esta estrategia. Es una muestra de que la gestión inteligente del bienestar mental, lejos de ser una distracción, se ha convertido en un elemento clave para el éxito en el exigente mundo del deporte profesional de élite. En conclusión, la elección de Alcaraz por el golf como terapia para desconectar del tenis durante los Grand Slams demuestra una comprensión profunda de la gestión del rendimiento atlético. No solo se trata de entrenar el cuerpo, sino también la mente. El golf se convierte en una herramienta más, y una muy eficaz, para lograr el equilibrio perfecto, optimizando su rendimiento y permitiéndole llegar a cada partido con la mejor versión de sí mismo.
Comentarios