El incendio forestal que azotó Epuyén, Chubut, el 15 de enero de 2025, puso en alerta a la población y a las autoridades. Más allá del drama humano y las pérdidas materiales, el evento ha dejado en evidencia dos factores cruciales que dificultan enormemente el control de incendios en zonas como esta: la fuerza del viento y la compleja interfaz urbano-forestal. **El Viento: Un Enemigo Implacable:** Las ráfagas de viento de hasta 70 km/h registradas en la zona de Rinconada, donde se originó el fuego, jugaron un papel determinante en la rápida propagación del incendio. Estas condiciones climáticas adversas, sumadas a la baja humedad relativa y altas temperaturas, crearon un escenario ideal para que las llamas se extendieran a una velocidad alarmante. El fuego, descrito como un "incendio de interfaz", se propagó rápidamente hacia zonas urbanas, obligando a la evacuación de unas 200 viviendas. La imposibilidad de predecir con exactitud la dirección del viento dificultó las tareas de los brigadistas, quienes tuvieron que desplegar una estrategia dinámica y adaptable. La fuerza del viento no solo impulsó las llamas a gran velocidad, sino que también dificultó la efectividad de los aviones hidrantes y las labores de contención en tierra. El subsecretario de Protección Civil de Chubut, Eduardo “Lalo” Pérez, resaltó la dificultad de controlar el fuego bajo estas condiciones y la importancia de priorizar la evacuación de la población como medida de seguridad. **Interfaz Urbano-Forestal: Un Entorno Complejo:** El incendio en Epuyén no se limitó a una zona de bosque aislado. El fuego se desarrolló en un área de interfaz urbano-forestal, donde las viviendas y la infraestructura urbana se encuentran en estrecha proximidad a la vegetación. Esta característica geográficamente compleja presentó un reto significativo para las labores de combate. La presencia de viviendas, matorrales secos y otros materiales inflamables en las cercanías del bosque intensificó la velocidad de propagación del fuego y aumentó el riesgo de daños materiales. La rápida propagación en esta interfaz obligó a la evacuación inmediata de la zona Rinconada, entre el Cementerio Municipal y la Escuela Provincial Nº9, para garantizar la seguridad de los residentes. La estrecha relación entre el área urbana y la zona de vegetación hace que cualquier foco de incendio represente un riesgo inminente para las viviendas y la población. Esta situación requiere una planificación preventiva más exhaustiva, incluyendo la creación de cortafuegos estratégicos y la implementación de regulaciones de construcción en zonas de riesgo. **Consecuencias y Lecciones:** El incendio en Epuyén sirve como una dura advertencia sobre la necesidad de una mejor gestión del riesgo de incendios forestales. La combinación de vientos fuertes y la ubicación de viviendas en zonas de interfaz urbano-forestal representó una amenaza significativa para la seguridad pública y la integridad de la comunidad. La experiencia de Epuyén debería impulsar la implementación de estrategias más efectivas de prevención, incluyendo la planificación urbana más responsable, la creación de cortafuegos y la educación pública sobre la importancia de la seguridad contra incendios. La pronta respuesta de los equipos de emergencia, incluyendo el envío de aviones hidrantes y el trabajo coordinado de diferentes organismos, fue fundamental para minimizar los daños. Sin embargo, la magnitud del evento resalta la necesidad de reforzar las capacidades de respuesta y de invertir en medidas preventivas a largo plazo para mitigar el riesgo de futuros incendios en zonas con características similares.