El Tottenham Hotspur sufrió más de la cuenta para superar al Tamworth, equipo de quinta división, en la FA Cup. Un gol en propia puerta y otro de Kulusevski evitaron un sonrojo histórico para los 'Spurs'.
El Tottenham Hotspur evitó una humillante eliminación en la tercera ronda de la FA Cup tras un complicado encuentro ante el Tamworth, equipo de la quinta división inglesa. El partido, disputado en el modesto The Lamb Ground, estuvo marcado por el barro y la férrea resistencia del equipo local, que llegó a forzar la prórroga. A pesar de contar con un once inicial repleto de titulares, incluyendo el regreso de Sergio Reguilón tras una larga ausencia, los 'Spurs' mostraron una vez más su inconsistencia y falta de contundencia.
El Tamworth, con un estadio con capacidad para solo 4.000 espectadores y una portería que requirió una improvisada reparación con cinta adhesiva antes del comienzo del partido, demostró una gran entrega y planteó un partido notablemente competitivo. La primera oportunidad del partido, de hecho, fue para los locales. James Maddison, del Tottenham, tuvo la mejor ocasión de la primera mitad pero su disparo fue parado por el arquero del Tamworth, Jasbir Singh, quién realizó varias intervenciones decisivas a lo largo del partido, frustrando particularmente a Maddison en varias oportunidades y negándole un gol a Timo Werner en un mano a mano.
El segundo tiempo siguió la misma tónica, con un Tottenham impreciso y un Tamworth que se defendía con orden y garra. La falta de pegada de los 'Spurs' y el buen hacer del portero local llevaron el partido a un dramático añadido, donde incluso el equipo de Andy Peaks estuvo cerca de marcar y enviar a los Spurs a una eliminación inesperada. La parroquia spur estaba al borde del colapso.
Ante la inminente catástrofe, Ange Postecoglou, entrenador del Tottenham, decidió introducir a dos de sus figuras claves: Heung-min Son y Dejan Kulusevski. La entrada de ambos jugadores cambió el rumbo del partido. Primero, una jugada ensayada iniciada por Pedro Porro terminó en un gol en propia puerta tras dos rebotes. Este tanto, aunque fortuito, desató la tensión en el Tamworth. Kulusevski sentenció el encuentro en el minuto 107 con un gran disparo, culminando una asistencia de Son, para anotar su octavo gol de la temporada. Brennan Johnson selló la victoria con el 0-3 en el último tramo de la prórroga, dando así un respiro al técnico australiano.
La victoria, aunque sufrida, permitió al Tottenham avanzar a la siguiente ronda de la FA Cup, evitando lo que hubiera sido una de las mayores sorpresas coperas de la temporada. El partido puso de manifiesto las inconsistencias del equipo londinense, que a pesar de contar con una plantilla de gran calidad, sigue mostrando una fragilidad defensiva y una falta de contundencia en ataque que preocupa a sus seguidores.