Ilia Topuria, el actual campeón de peso pluma de la UFC, no siempre fue la máquina de nocauts que conocemos hoy. Su debut en la compañía, el 10 de octubre de 2020, contra Youssef Zalal, fue una batalla que llegó a la decisión de los jueces, un resultado inusual para el entonces invicto peleador.

Zalal, en una entrevista reciente con 'MMA Junkie', arrojó luz sobre el impacto de esa pelea en la carrera de Topuria. "Fui el primer tipo en llevarlo a una decisión en la UFC", declaró el marroquí. Hasta ese momento, Topuria ostentaba un récord impecable de ocho victorias, todas por finalización. Pero después de su encuentro con Zalal, algo cambió.

"Después de eso, se puso furioso. Literalmente noqueó a todo el mundo", añadió Zalal, describiendo la transformación que experimentó Topuria. El cambio fue notable: Topuria pasó de un estilo de pelea más basado en el grappling y las sumisiones, a un enfoque agresivo centrado en el boxeo y los nocauts.

Las estadísticas respaldan las palabras de Zalal. Antes de la UFC, Topuria acumuló siete sumisiones y solo un nocaut en sus ocho peleas. Dentro de la UFC, tiene una sola sumisión, dos decisiones y cinco nocauts, mostrando una clara preferencia por la pelea de pie y el poder de sus puños. Su estilo de lucha se transformó, convirtiéndolo en el boxeador explosivo que es hoy.

Este cambio de estrategia, impulsado posiblemente por la frustración de no poder finalizar a Zalal, marcó un punto de inflexión en la carrera de Topuria. Su evolución ha sido impresionante, dejando atrás un estilo que, si bien efectivo, no representaba la potencia devastadora que ahora caracteriza sus peleas.

La historia de Topuria y Zalal es una muestra de cómo un solo combate puede definir el rumbo de una carrera. La decisión de su primer encuentro en la UFC, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en el catalizador para el surgimiento de una de las estrellas más brillantes de las artes marciales mixtas.

El camino de Ilia Topuria a la cima ha sido un viaje de adaptación y evolución, un viaje que comenzó con un primer encuentro reñido, un encuentro que, según su primer oponente, lo enfureció y lo catapultó a la grandeza.