Analizamos tres momentos cruciales del día en que Nicolás Maduro se juramentó como presidente de Venezuela, a pesar de las acusaciones de fraude y el rechazo internacional. Un evento marcado por la anticipación, la respuesta de la oposición y las sanciones internacionales.
El 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro se juramentó para un tercer mandato presidencial en Venezuela, un evento rodeado de una gran controversia internacional. A pesar de las denuncias de fraude electoral por parte de la oposición y numerosos gobiernos, Maduro procedió con la ceremonia en medio de un clima de alta tensión política. Este artículo profundiza en tres momentos clave que definieron este día histórico para Venezuela:
**1. La Juramentación Adelantada: Una Demostración de Fuerza:** El primer momento significativo fue la sorprendente anticipación de la ceremonia de juramentación. En lugar de la hora prevista al mediodía, Maduro prestó juramento varias horas antes, en una sala del Parlamento menor a la habitual, con una asistencia notablemente reducida. Si bien Maduro afirmó la presencia de representantes de más de 125 países, la realidad fue diferente: solo se observó la presencia de los mandatarios de Cuba y Nicaragua, junto a representantes de Rusia, Irán y China. La ausencia de la mayoría de los líderes latinoamericanos, incluyendo a aliados tradicionales del chavismo como Colombia y Brasil, reflejó el rechazo internacional a la legitimidad de su elección. Este acto apresurado, realizado antes de que muchos invitados llegaran, fue interpretado como una demostración de fuerza y una estrategia para minimizar posibles interrupciones o protestas.
Maduro, en su discurso desafiante, atacó a sus opositores nacionales e internacionales, acusándolos de intentar convertir la juramentación en una "guerra mundial". Celebró su victoria como un triunfo sobre las potencias extranjeras, especialmente Estados Unidos, y anunció sus planes para reformar la Constitución. Sus comentarios jocosos sobre la posible llegada del candidato opositor Edmundo González, reconocido como presidente electo por varios países, evidenciaron una actitud de desprecio hacia las voces disidentes.
**2. La Respuesta de la Oposición: Un Llamado a la Resistencia:** El segundo momento crucial fue la contundente respuesta de la oposición venezolana. María Corina Machado, líder opositora, denunció la juramentación como la "consolidación de un golpe de Estado". Explicó el aplazamiento del viaje de Edmundo González a Caracas, argumentando la imposibilidad de garantizar su seguridad debido al cierre del espacio aéreo y la activación del sistema de defensa aérea por parte del gobierno. Machado convocó a la resistencia y a tomar las acciones necesarias para restituir el orden constitucional, haciendo hincapié en la imposibilidad de Maduro para gobernar con la fuerza.
González, en un mensaje a través de las redes sociales, reiteró su compromiso de asumir la presidencia y dirigió un llamamiento a las Fuerzas Armadas para que se levanten contra Maduro. Este llamado, junto con las denuncias previas de detenciones de activistas y la interrupción de las protestas, pintaron un panorama de creciente represión y tensión política dentro del país.
**3. El Aumento de la Recompensa por Maduro: Una Sanción Internacional:** Mientras Maduro se juramentaba, Estados Unidos anunció un aumento significativo en la recompensa ofrecida por información que lleve a su arresto. La recompensa, que pasó de US$15 millones a US$25 millones, se suma a las sanciones impuestas por varios países, incluyendo la Unión Europea, Reino Unido y Canadá, que ampliaron sus listas de sanciones contra funcionarios del régimen. Estas acciones internacionales evidenciaron el rechazo global a la legitimidad de Maduro y su gobierno, reforzando la presión internacional sobre el régimen chavista. La extensión de los Permisos de Protección Temporal (TPS) para venezolanos en Estados Unidos, una decisión tomada en el contexto de esta crisis, representa una acción humanitaria que resalta la complejidad de la situación y la necesidad de abordar el éxodo masivo de venezolanos.
En conclusión, la juramentación de Maduro fue un evento multifacético marcado por la anticipación estratégica del gobierno, la resistencia decidida de la oposición y la fuerte condena internacional. Estos tres momentos clave encapsulan la profunda división política y la creciente crisis humanitaria que vive Venezuela.