Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional francés y figura clave de la extrema derecha, falleció a los 96 años dejando un legado marcado por la controversia y el impacto duradero en la política francesa.
Jean-Marie Le Pen, fallecido el 7 de enero de 2025 a la edad de 96 años, fue una figura política profundamente divisiva en Francia. Fundador del Frente Nacional (FN) en 1972, posteriormente rebautizado como Agrupación Nacional (RN) por su hija Marine, Le Pen dejó una huella imborrable en el panorama político francés, aunque marcada por la controversia y la condena por sus opiniones extremistas. A lo largo de su larga carrera, cosechó tanto fervientes seguidores como una condena generalizada por su retórica antiinmigrante, su negacionismo del Holocausto y sus posturas ultranacionalistas.
Su ascenso político estuvo ligado a la explotación del descontento social y a la manipulación de temas como la inmigración y la identidad nacional. En 1988 obtuvo el 14% de los votos en las elecciones presidenciales, cifra que aumentó al 15% en 1995. La cúspide de su influencia llegó en 2002, cuando logró pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, un hecho que conmocionó a Francia y provocó protestas masivas. Si bien perdió abrumadoramente contra Jacques Chirac, su presencia en la segunda vuelta marcó un hito significativo para la extrema derecha francesa.
Sin embargo, el legado de Le Pen está intrínsecamente ligado a sus controvertidas declaraciones, condenadas repetidamente por los tribunales. Sus comentarios minimizando el Holocausto, calificándolo como un “detalle” de la historia, le valieron el apodo de “el Diablo de la República” y múltiples condenas por incitación al odio y negacionismo. Estas declaraciones no sólo generaron indignación, sino que también lo aislaron políticamente, aunque no impidieron su influencia en el discurso público.
Su vida personal, lejos de la política, estuvo marcada por la experiencia de la guerra, la pérdida de su padre, y su servicio en la Legión Extranjera Francesa en Indochina y Argelia. Estas experiencias, según algunos analistas, moldearon sus opiniones nacionalistas y su visión de la identidad francesa.
La relación con su hija Marine Le Pen fue compleja y volátil. Marine, quien asumió la dirección del partido en 2011, emprendió una estrategia de moderación para ampliar el atractivo electoral del RN, distanciándose de las posturas más extremas de su padre. Esta estrategia tuvo éxito, llevando al RN a una posición de mayor influencia en la política francesa. La sucesión generó una ruptura irreparable entre padre e hija, marcada por disputas públicas y la expulsión de Jean-Marie Le Pen del partido en 2015 tras reiterar su negacionismo del Holocausto.
El fallecimiento de Jean-Marie Le Pen marca el fin de una era en la política francesa. Su legado, aunque indiscutiblemente influyente, permanece manchado por la controversia y la condena a sus opiniones extremistas. La muerte de Le Pen, sin embargo, no significa el fin del debate sobre el auge de la extrema derecha en Francia, un debate que continúa y que su figura contribuyó a definir.