Aimé Castillo, bombera voluntaria de 23 años, fue encontrada sin vida luego de dos días de intensa búsqueda. La principal hipótesis apunta a un suicidio relacionado con la reciente pérdida de su pareja.
La comunidad de Brandsen y la provincia de Buenos Aires se encuentran conmocionadas por el trágico hallazgo del cuerpo de Aimé Castillo, una joven bombera voluntaria de 23 años que estaba desaparecida desde el sábado 5 de enero de 2025. Su cuerpo fue encontrado sin vida en una zona arbolada del barrio La Dolly, en Brandsen, durante un operativo de rastrillaje que incluyó la participación de perros de búsqueda.
La joven fue hallada ahorcada, junto a algunas de sus pertenencias personales. Si bien la bicicleta naranja en la que se movilizaba el día de su desaparición no fue encontrada en el lugar, la principal hipótesis que manejan los investigadores es la del suicidio. Esta hipótesis se basa en los testimonios de la familia de Aimé, quienes relataron que la joven se encontraba en un profundo estado de depresión tras la muerte de su pareja, Daniel Lencina, quien se quitó la vida en Año Nuevo.
La familia ha declarado que Aimé estaba devastada por la pérdida de Daniel, un hecho que habría desencadenado un profundo dolor emocional. Se han proporcionado detalles sobre el estado emocional de Aimé, incluyendo un intento de autolesión previo a su desaparición, que fue frustrado por sus compañeros bomberos. A pesar de la asistencia médica recibida, la joven aparentemente no superó la crisis emocional que la aquejaba.
La fiscalía en turno ha ordenado la realización de la autopsia correspondiente, que determinará las causas exactas de la muerte y aportará más detalles para la investigación. Peritos de la Policía Científica se encuentran trabajando en el lugar del hallazgo para recabar evidencia y reconstruir los hechos. Mientras tanto, la comunidad de bomberos voluntarios de San Vicente, donde Aimé prestaba servicio, ha expresado su profundo dolor y conmoción por la pérdida de su joven compañera, describiendo la noticia como un golpe devastador para la institución y para quienes la conocían.
La desaparición de Aimé generó una intensa búsqueda durante dos días, con la participación de fuerzas policiales y familiares. La última vez que fue vista fue alrededor de las 7:30 de la mañana del sábado. La denuncia por su desaparición fue radicada por su familia luego de que su madre regresara del trabajo y la encontrara ausente.
Este caso resalta la importancia de la salud mental y la necesidad de brindar apoyo a quienes atraviesan momentos de profunda tristeza y desesperación. Se espera que la investigación judicial esclarezca completamente las circunstancias de la muerte de Aimé Castillo y que permita que su familia y seres queridos encuentren un mínimo de consuelo en medio de esta inmensa pérdida.