El lunes 6 de enero de 2025, el mediodía argentino se vio interrumpido por un blooper televisivo que rápidamente se convirtió en tendencia. Diego Ruscitti, cronista deportivo del canal de noticias TN, cometió un error al anunciar el fichaje del nuevo refuerzo de Boca Juniors. En lugar de mencionar a Ayrton Costa, el defensor proveniente de Independiente, Ruscitti lo confundió con el fallecido ícono de la Fórmula 1, Ayrton Senna. El lapsus, inicialmente pasado por alto, fue captado por las cámaras y rápidamente se viralizó en redes sociales. Ni Ruscitti ni sus compañeros en el estudio corrigieron el error en el momento, lo que añadió a la hilaridad del incidente. La confusión desató una ola de memes y comentarios en Twitter e Instagram, con usuarios bromeando sobre la idea de un Senna futbolista, la grandeza de Boca Juniors o un equipo de Fórmula 1 en lugar de un club de fútbol. Algunos de los comentarios más populares incluían frases como "Boca 2025 va a ser un Fórmula 1" y especulaciones sobre la capacidad del club para "resucitar personas muertas y convertirlas en jugadores". El propio Ruscitti, reconocido por su profesionalismo, tomó el error con humor y lo compartió en sus redes sociales, contribuyendo aún más a su viralización. El periodista, originario de La Plata, recibió tanto críticas como apoyo. Si bien este tipo de errores son comunes en transmisiones en vivo, la confusión entre dos figuras tan icónicas como Ayrton Costa y Ayrton Senna lo convirtió en un caso excepcionalmente memorable. La repercusión en las redes sociales amplificó el alcance del blooper, transformándolo en uno de los momentos más comentados del día. Más allá de la confusión, vale la pena recordar que Ayrton Costa es el nuevo jugador del club Xeneize. Se trata de un defensor central que llega para reforzar la línea defensiva en la temporada 2025. Su fichaje fue confirmado por el club, aunque el foco mediático se concentró en la confusión del periodista. El caso sirve como un recordatorio de cómo un simple error puede convertirse en un fenómeno viral en la era digital, mostrando el poder de las redes sociales para amplificar y compartir momentos inesperados, incluso aquellos que son involuntariamente graciosos.