Infobae revela los detalles de las negociaciones entre Boca Juniors y Ander Herrera. La oferta del Xeneize, el rol clave de Iker Muniain en la decisión del mediocampista español y las claves para un fichaje que podría revolucionar el plantel de Gago.
Boca Juniors está en la búsqueda de un refuerzo de jerarquía para afrontar los importantes desafíos que se le avecinan en 2025, entre ellos, el Mundial de Clubes y la Copa Libertadores. En las últimas horas, el club de la Ribera ha intensificado las negociaciones con el experimentado mediocampista Ander Herrera, del Athletic Club de Bilbao. Según fuentes de Infobae, el Xeneize ha presentado una oferta formal al jugador español de 35 años, quien ha manifestado su interés en vestir la camiseta azul y oro.
Herrera, cuyo contrato con el Athletic vence en junio de 2025, ha mostrado un claro entusiasmo por la posibilidad de jugar en Boca. Su declarado fanatismo por el club, sumado a la información recabada sobre la vida en Buenos Aires, lo han llevado a considerar seriamente el desafío. Su excompañero en el Athletic, Iker Muniain, actualmente en San Lorenzo, ha jugado un papel crucial en esta decisión. Las conversaciones entre ambos jugadores han resultado en una visión positiva de la ciudad y el estilo de vida en Argentina por parte de Muniain, lo que ha influenciado la predisposición de Herrera a mudarse.
Si bien existen obstáculos como la situación económica del país y las implicaciones logísticas para su familia, la voluntad del jugador y las señales optimistas de ambas partes mantienen viva la posibilidad del fichaje. La propuesta de Boca, según fuentes cercanas a las negociaciones, se aproximaría a su tope salarial, equiparable al salario que percibe Edinson Cavani, el jugador mejor pagado del plantel.
La trayectoria de Herrera es extensa y brillante: 568 partidos profesionales, 45 goles, 52 asistencias y 14 títulos, entre ellos la Europa League 2017 con el Manchester United y el Europeo Sub-21 con España. Su experiencia y jerarquía serían un gran aporte al equipo de Fernando Gago. Su rendimiento en la última temporada en Bilbao ha sido irregular debido a lesiones, pero su calidad técnica sigue intacta.
A favor del fichaje juega la positiva experiencia de otros jugadores europeos que han llegado a Argentina, como Daniele De Rossi, Edinson Cavani y el propio Iker Muniain. Para el cuerpo técnico xeneize, la incorporación de un futbolista de la trayectoria de Herrera representaría una bendición, sobre todo pensando en el Mundial de Clubes.
La conexión entre Herrera y Boca trasciende lo deportivo. El jugador ha expresado públicamente su admiración por el club, incluso llegando a confesar que se quedaba hasta altas horas de la madrugada para ver los partidos de Boca y de Juan Román Riquelme. El padre de Herrera, ex futbolista y director deportivo, también tiene un especial cariño por el club argentino, lo que ha contribuido a este interés familiar.
El representante de Herrera, Kristian Bereit, quien mantiene estrechos lazos con Marcos Rojo y Sergio Romero (compañeros de Herrera en el Manchester United), juega un rol fundamental en las negociaciones, facilitando la comunicación y acercando posturas entre las partes. Si bien Herrera no estaba inicialmente en la carpeta de Gago ni del Consejo de Fútbol, su nombre surgió como una oportunidad de mercado que el club no quiere dejar pasar.
Boca no necesitaría negociar con el Athletic de Bilbao, ya que el contrato de Herrera finaliza en junio. Aunque la brecha económica era inicialmente significativa, las partes parecen encaminadas a un acuerdo que beneficiaría a ambos. El fichaje de Ander Herrera sería un golpe de efecto para Boca, un refuerzo de nombre y jerarquía que llenaría de ilusión a la hinchada xeneize.