En un partido que quedará grabado en la memoria de los aficionados al fútbol, el AC Milan se alzó con la Supercopa de Italia tras una remontada heroica ante su eterno rival, el Inter de Milán. El encuentro, disputado en el estadio Al-Awwal Park de Riad, Arabia Saudita, comenzó con un dominio claro del Inter, que se fue al descanso con una ventaja de 2-0 gracias a los goles de Lautaro Martínez y Mehdi Taremi. El delantero argentino, rompiendo una sequía goleadora, anotó un golazo de zurda al minuto 46, demostrando su clase y potencia. Taremi, por su parte, amplió la ventaja con un remate preciso al aprovechar un pase filtrado entre defensas. Parecía que la victoria del Inter estaba asegurada, especialmente considerando su dominio en las últimas tres ediciones de la Supercopa. Sin embargo, la segunda mitad deparó un giro dramático. El Milan, impulsado por el talento de sus figuras, empezó su remontada a los 6 minutos de la segunda mitad con un tiro libre magistral de Theo Hernández, que dejó sin opciones al arquero del Inter. La remontada se intensificó a los 35 minutos del segundo tiempo, cuando Christian Pulisic, con una media vuelta espectacular, logró el 2-2. La intensidad del partido subió a niveles extraordinarios y el Inter sintió la presión, perdiendo el control del encuentro. En un final agónico, en tiempo de descuento, el Milan logró dar el golpe final. Pulisic, con un pase preciso, habilitó a Rafael Leão, cuyo centro terminó en los pies de Tammy Abraham para el 3-2 definitivo. La euforia desbordó en el banco del Milan, que celebró una victoria inolvidable ante su máximo rival. El gol de Lautaro Martínez, pese a su belleza y a significar un momento culminante para el jugador argentino, no pudo evitar la derrota del Inter, que se vio sorprendido por la capacidad de reacción y la contundencia del Milan en la segunda mitad. La victoria rossonera marca el fin de la hegemonía del Inter en la Supercopa y supone un gran golpe de efecto para el equipo dirigido por Sergio Conceição, que acaba de asumir el cargo. El encuentro demostró la alta calidad del fútbol italiano y dejó un sabor a épica, con un Milan que supo sobreponerse a una desventaja significativa para lograr una victoria inolvidable en uno de los clásicos más apasionantes del mundo.