El Atlético de Madrid, actual líder virtual de LaLiga, volvió a demostrar su fortaleza en la Copa del Rey, aunque con un sufrimiento innecesario. En un partido disputado en el estadio La Rosaleda de Málaga (sede provisional del Marbella debido a obras en su estadio), los rojiblancos se impusieron por la mínima al equipo de Tercera División, gracias a un gol de Antoine Griezmann a los 16 minutos. Este triunfo significa su decimotercer triunfo consecutivo, coincidiendo con el decimotercer aniversario del primer partido de Diego Simeone como entrenador del club, una fecha significativa para la historia rojiblanca. El partido estuvo marcado por el dominio territorial y la posesión del Atlético, que contó con un equipo titular con varios jugadores argentinos como Julián Álvarez, Rodrigo De Paul, Giuliano Simeone, Nahuel Molina y Juan Musso. Sin embargo, la falta de eficacia en la definición fue un factor clave. Si bien generaron varias ocasiones claras de gol, especialmente en la primera mitad, fallaron en la contundencia, permitiendo que el Marbella, impulsado por su público que llenó el estadio, se mantuviera en el partido. Un pase magistral de De Paul puso en marcha la jugada que culminó en el gol de Griezmann. El delantero francés, tras una pared con Giuliano Simeone, superó al portero Dani Martín para abrir el marcador. Durante el resto del encuentro, el Atleti continuó creando oportunidades, pero la falta de precisión y algunas intervenciones del portero local mantuvieron el marcador ajustado. Incluso, una anotación de De Paul fue anulada por una mano. En los minutos finales, Correa y Sorloth tuvieron claras opciones para sentenciar el partido, pero no lograron ampliar la ventaja. El encuentro significó un triunfo agridulce para el Atlético de Madrid. Si bien consiguieron avanzar a la siguiente ronda y lograron una racha histórica de victorias, la falta de contundencia y los momentos de nerviosismo evidencian áreas a mejorar. El equipo de Nelson Vivas (Simeone estaba suspendido) podrá ahora enfocarse en el próximo partido de liga contra Osasuna, con el objetivo de superar el récord histórico de 13 victorias consecutivas del club, logrado en la temporada 2012/13, también bajo el mando del Cholo Simeone. Esta victoria deja al Atlético en octavos de final de la Copa del Rey, donde se enfrentará a un nuevo rival en su búsqueda del título.