El 4 de enero de 2010, Argentina lloraba la pérdida de uno de sus íconos musicales más queridos: Roberto Sánchez, conocido mundialmente como Sandro. Quince años después de su partida, su legado sigue vivo, resonando en la memoria de millones de fanáticos y en las nuevas generaciones que descubren su música.
Este artículo explora la vida y la carrera del “Gitano”, desde sus humildes comienzos en Valentín Alsina hasta su consagración como un astro internacional. Su talento innato, su carisma inigualable y su profunda conexión con el público lo convirtieron en un fenómeno sin precedentes en la música latina.
De las Imitaciones de Elvis a la Conquista del Madison Square Garden
Nacido en Buenos Aires en 1945, Sandro mostró desde niño una pasión innata por la música, imitando a su ídolo Elvis Presley. Su nombre artístico, que sus padres intentaron registrar al nacer, finalmente se convirtió en su sello distintivo a comienzos de la década del 60. Su camino hacia el éxito estuvo marcado por una dedicación implacable y una voz inconfundible que cautivó a millones.
Con éxitos como “Rosa, Rosa”, “Dame el fuego de tu amor”, “Tengo”, “Quiero llenarme de ti”, y “Porque yo te amo”, Sandro no solo se consolidó como un ídolo juvenil, sino también como un artista versátil que exploró diversos géneros musicales. Su colaboración con letristas como Oscar Anderle y arregladores como Jorge López Ruiz y Oscar Cardozo Ocampo, le dieron un toque distintivo a sus baladas románticas, que lo catapultaron a la cima de las listas de popularidad.
Su impacto trascendió las fronteras argentinas. Sandro llegó a publicar 52 álbumes originales con más de 20 millones de copias vendidas, obtuvo 11 discos de oro, protagonizó 16 películas y se convirtió en el primer latinoamericano en cantar en el legendario Felt Forum del Madison Square Garden, un hito que demuestra la magnitud de su carrera internacional.
La Pasión del Escenario: Un Sueño Cumplido
En una entrevista en 1998, Sandro describió su relación con el escenario con estas palabras: “Mi vida, mi casa. La paso fenómeno. Ahí arriba afloran un montón de cosas que me divierten. Me puedo meter en un gran juego: subir, cantar, llorar, transpirar y sufrir una canción me parece estupendo. En ese sentido, la pasión del escenario no la cambiaría por nada. Además, uno es un actor que cuenta historias y chistes. Es cumplir el sueño del pibe”.
Estas palabras reflejan la intensidad y la entrega con la que Sandro se entregaba a cada presentación. Su conexión con el público era palpable, creando un vínculo único que trascendió las generaciones y lo convirtió en un ídolo eterno para “las nenas”, sus fieles seguidoras.
Un Final Inesperado y un Legado Imborrable
Tras una larga lucha contra el enfisema pulmonar, Sandro falleció el 4 de enero de 2010 a la edad de 64 años. Su muerte conmovió profundamente a Argentina y al mundo hispanohablante, generando un multitudinario homenaje en el Congreso de la Nación y un emotivo cortejo fúnebre.
A 15 años de su partida, Sandro continúa siendo recordado como uno de los artistas más importantes de la historia de la música argentina. Su voz, su música y su carisma siguen inspirando a nuevos artistas y cautivando a nuevas generaciones. Su legado trasciende el tiempo, consolidándolo como un verdadero ícono cultural.