El mundo del espectáculo argentino se conmocionó con la noticia de la internación del actor Jorge Martínez en un centro de salud mental. A sus 77 años, y con una trayectoria de más de 50 años en la actuación, Martínez enfrenta una dura batalla contra la depresión que lo ha llevado a intentar quitarse la vida. Afortunadamente, fue salvado por un empleado de La Casa del Teatro, residencia donde vive desde hace algunos años. Según declaraciones de Linda Peretz, directora de La Casa del Teatro, el intento de suicidio se debió a una profunda depresión agravada por diversos factores. Entre ellos se encuentran la pérdida de su madre en 2016, una serie de estafas que lo dejaron sin ahorros, el olvido por parte de algunos colegas y la dificultad para conseguir trabajo en los últimos años, situación que se exacerbó con la pandemia de coronavirus en 2020. Martínez, quien ha sido un rostro familiar en telenovelas y películas argentinas, había expresado públicamente sus dificultades en el pasado. En una entrevista en 2018, confesó haber considerado el suicidio ante la falta de oportunidades laborales y el profundo dolor por la pérdida de su madre. Su carrera, que en su momento fue exitosa, se vio interrumpida por la falta de convocatorias, llevando a una espiral descendente que culminó en su reciente intento de suicidio. La Casa del Teatro, donde reside Martínez, se ha convertido en un refugio para el actor. Peretz describe el ambiente como un espacio de apoyo y cuidado para artistas que enfrentan dificultades económicas o de salud. Allí, Martínez recibe atención, compañía y apoyo de sus seres queridos, incluyendo su ex esposa Graciela Gramajo y su hija. La internación de Martínez ha generado una ola de preocupación y apoyo entre sus colegas, amigos y fans. Su historia resalta la importancia de la salud mental y la necesidad de brindar apoyo a aquellos que sufren en silencio. Se espera que este episodio sirva como un llamado de atención sobre la problemática de la depresión y el suicidio, animando a buscar ayuda y a romper el estigma que rodea estas enfermedades. Este lamentable suceso también pone de manifiesto las dificultades que muchos artistas enfrentan en el final de sus carreras, incluyendo la falta de seguridad económica y el aislamiento social. La historia de Jorge Martínez sirve como un crudo recordatorio de la fragilidad humana y la necesidad de un sistema de apoyo más robusto para los actores y actrices que han dedicado sus vidas al arte. Ante cualquier situación de crisis o si necesita ayuda, comuníquese con la Línea de Prevención del Suicidio. Recuerde que no está solo y que hay personas dispuestas a escuchar y apoyarlo.